Antonio Brufau, presidente de Repsol, ha avisado a Teresa Ribera, en el XII Simposio Empresarial Internacional de la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam) que se ha celebrado en Barcelona sobre el tema la Estrategia Cero Emisiones Netas en el sector industrial. Y es que Brufau ha señalado que “si queremos ser competitivos como país tenemos que considerar a la industria como imprescindible en la transición energética”.

Esperemos que el mensaje le haya llegado a la vicepresidenta ecológica, pues no estaba presente cuando habló Brufau: ella inauguró el citado simposio junto al presidente no ejecutivo de Enagás, Antonio Llardén; y Brufau lo clausuró con el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu. Este nuevo mensaje de Repsol en defensa del sector industrial no llega en un momento cualquiera, sino después que su director de Refino y Química, Jaime Martín, afirmara que “el compromiso como sector industrial y energético con la descarbonización es inequívoco”, en respuesta tras el ataque de Ribera contra su CEO, Josu Jon Imaz, tildándole de negacionista y retardista.

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El presidente de Repsol demostró más educación que la vicepresidenta ecológica y también quiso destacar que “España cuenta con capacidades diferenciadoras dentro de Europa para ser un importante polo de descarbonización”. Claro que, para aprovechar esa oportunidad, considera que las administraciones e instituciones deben actuar “de forma sostenida y a largo plazo como catalizador del cambio, con incentivos y ayudas suficientes y ágiles, y que sean instrumento para la generación de inversiones bajo un entorno regulatorio estable y competitivo”.

Por su parte, el ministro Hereu es indispensable tanto aumentar el peso de la industria en la economía española como luchar contra el cambio climático. “Son dos principios que debemos cumplir. Es una ecuación difícil, pero a la que podemos dar respuesta”, ha subrayado, pidiendo la colaboración del sector porque “necesitamos inversión, tanto pública como privada. Sin inversión todo serían palabras vacías”.

Las palabras de Brufau y de Hereu llegaban horas después de que Ribera dijera que España “está en buenas condiciones” para alcanzar las emisiones cero en la industria y “está preparada para afrontar con éxito la transformación verde”. Eso sí, considera que nuestro país debe continuar trabajando con los demás Estados miembros, pues “Europa debe transformar su modelo energético e industrial apostando por las renovables y fortaleciendo su autonomía estratégica”. Llama la atención que hable de que “debemos ser inteligentes para gestionar los recursos que tenemos y escalar las oportunidades que existen”, cuando se empeña en cerrar las nucleares (que generan electricidad sin emitir CO2) y en no defender la neutralidad tecnológica (sólo le gustan las renovables y la ruina del hidrógeno verde). Además, ha mostrado su preocupación por la sequía, pero sin ofrecer soluciones inmediatas para la que vive Cataluña, a pesar de que el agua es un elemento crítico en el despliegue del ruinoso hidrógeno verde.