En esta ocasión, el encargado de romper la burbuja de mentiras de Calviño ha sido Óscar Arce, director general de Economía del BCE, tal y como ha explicado en unas Jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). 

Arce asevera que la inflación está a "niveles muy elevados, mucho más lejos de lo que nos gustaría estar" y advierte que la situación, a corto plazo, no va a mejorar. El BCE espera que el dato siga elevado en lo que resta de año y espera "cierta moderación en 2023", aunque aún "en niveles muy altos".  Y solo en 2024 niveles más cercanos y coherentes con el 2%. "Solamente al final del horizonte de proyección, en 2024, cabe esperar que volvamos a niveles de inflación más coherentes con el objetivo de medio plazo del BCE del 2%".

El director general de Economía del BCE ha anotado que ya se aprecian indicadores que dan signos de una caídad de la actividad, principalmente en el sector manofacturas y una desaceleración en los servicios, al mismo tiempo que los consumidores están contrayendo su consumo. 

Arce ha recordado que la tasa general de inflación habría alcanzado el 10% en la zona euro con un peso "muy importante del componente energético" pero advierte de un nuevo componente que se está acelerando, ganando peso y que preocupa por sus consecuencias no solo solo económicas, sino sociales, que es el precio de los alimentos. 

En este sentido, el BCE espera que la subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos, siga en fase de crecimiento hasta niveles muy elevados y que no se vislumbre el final del aumento, por lo que Arce anuncia que seguiremos un tiempo con la subyacente elevada. 

Y la guinda de esta situación la pone Arce en forma de ralentización del empleo: si bien recalca que el desempleo se encuentra en mínimos históricos en la zona euro, afirma que se aprecian "ciertos signos de ralentización en el progreso de creación de empleo" en la zona euro, en relación a la tendencia que observa en los PMI, que aún están en terreno positivo pero con tasas cada vez más humildes. De hecho, ha remarcado que en el caso concreto de la construcción el empleo ya está "en un territorio contractivo". 

Arce afirma que es de esperar que un contexto de desaceleración económica lleve consigo una ralentización en el flujo de empleo. Y claro, si Acer ve desaceleración en el empleo en la zona euro que está en mínimos históricos en el 6,6%, ¿qué pasará con España? Porque debemos recordar que somos medalla de oro en paro en toda la UE y medalla de plata en desempleo juvenil. Y seguimos doblando el indicador europeo, el español está en el ¡12,6%!