
BBVA y Sabadell apuran los últimos días antes de que el Gobierno dictamine, en el Consejo de Ministros del martes 24, probablemente, si suaviza las condiciones de la CNMC, las mantiene o añade nuevas apelando al interés general. Será una decisión política en el peor momento del Gobierno Sánchez, cercado por los presuntos casos de corrupción.
En este contexto, la presión de Junts podría ser determinante, pero los de Puigdemont no harán casus belli de la operación. Al contrario, echan balones fuera y ya están argumentando que si desaparece un banco catalán la culpa no es suya sino de Salvador Illa, president de la Generalitat y pilar fundamental del sanchismo gracias a los votos del PSC en Cataluña.
Dicho esto, tanto Josep Oliu y César González-Bueno, como Carlos Torres, apuran los últimos días antes del martes 24. Si el martes fueron los directivos del Sabadell los que participaron en un evento con accionistas de la entidad, este miércoles fue el presidente del BBVA quien acudió a Onda Cero para conversar con Carlos Alsina.
La entrevista se puede resumir en los siguientes mensajes: Torres seguirá al frente del BBVA independientemente del desenlace de la fusión. Asegura que no pasa nada si el Sabadell vende TSB porque, al ser la oferta en acciones, “se ajustaría automáticamente”. Insiste en que la operación seguirá adelante, aunque la fusión no pueda completarse y no cierra la vía judicial si el Gobierno endurece las condiciones.
En primer lugar, habrá que ver si el Consejo y los accionistas permiten que siga si fracasa la OPA. Por otra parte, además del ajuste automático en caso de vender TSB, el BBVA deberá mejorar la oferta sí o sí, según todos los analistas, si quiere seducir a los accionistas del Sabadell. Por cierto, uno de los que ha mostrado interés por la filial británica es el Santander, según la cadena Sky. Y, para terminar, cuidado si no logra más del 50% de adhesiones, ya que el Consejo podría impedir que tomara las riendas de la entidad.
En definitiva, si Torres gana la OPA, le habrá salido mal porque le va a salir más cara de lo previsto y, si pierde, peor todavía porque sería su segundo fracaso para comerse al Sabadell. Por cierto, a media hora del cierre bursátil, con un Ibex bastante plano (+0,1%), el BBVA subía un 0,3% frente al 0,9% del Sabadell. En los últimos doce meses, el banco vasco se ha revalorizado un 42%, mientras que el catalán ha subido un 58%.