César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell, fue muy cauto este jueves, durante la presentación de los resultados del primer trimestre, y no se pronunció sobre la decisión inédita del Gobierno de convocar una consulta pública sobre la OPA lanzada por el BBVA.

Aunque no está claro y todavía puede suceder cualquier cosa, el comentario más generalizado es que la consulta es el paso previo al veto definitivo de Moncloa a la OPA o, al menos, a la fusión de ambas entidades, toda vez que el Ejecutivo no puede prohibir una OPA que tiene todos los permisos de los reguladores. Saldremos de dudas, muy probablemente y a más tardar, tras el Consejo de Ministros del martes 27 de mayo.

Para González-Bueno, en cualquier caso, la operación “sigue descarrillada”, por el rechazo unánime de los principales actores -sindicatos, organizaciones empresariales, autónomos, etc.-, así como de la gran mayoría de la sociedad, y porque las acciones del BBVA han perdido “muchísimo” valor desde que lanzó la OPA hostil, el 29 de abril de 2024, de tal manera que sólo se han revalorizado un 23%, frente al 38% de la media de los bancos europeos y al 54% de la media de los bancos estrictamente españoles (Caixabank, Bankinter y Unicaja). Las acciones del Sabadell, por el contrario, se han revalorizado un 60%. La prima inicial del 30% sigue siendo negativa a día de hoy, entre un 4 y un 5%.

Por cierto, el Sabadell sí participará en la consulta pública del Gobierno, pero no prestará soporte técnico a quienes decidan participar.

Al margen de la OPA, el CEO del Sabadell no ve que tengan sentido fusiones entre los tres grandes bancos españoles -“son ya muy grandes”-, aunque sí podrían tener hueco fusiones entre las entidades medianas, como el propio Sabadell. Ahora bien, dicho esto, González-Bueno aclaró que no cree que se produzca ningún movimiento en el corto y medio plazo, por la buena situación del sector.

En cuanto a los resultados, el banco que preside Josep Oliu cerró el primer trimestre con un beneficio neto de 489 millones de euros, un 58,6% más por el gravamen especial a la banca que abonó en marzo de 2024. Excluyendo ese impacto, el beneficio es un 8% superior, que no está mal pero no es tan llamativo.

El caso es que el margen de intereses se redujo un 1,3%, hasta los 1.216 millones de euros, por la bajada de tipos de interés que afectó a todo el sector. Aun así, este descenso fue menor que en otras entidades, según el Sabadell, porque se compensó, en parte, por el aumento del volumen de negocio. Las comisiones, por su parte, aumentaron un 1,3% y alcanzaron los 344 millones. La otra clave del ejercicio, además de la actividad comercial, fue la reducción del 29,2% de las provisiones y deterioros, que fueron de 148 millones, frente a los 208 millones de marzo de 2024.

Todo esto con el mismo ratio de capital fully-loaded del 13,3% y una morosidad del 2,6%, frente al 3,4% del año anterior. El Sabadell anunció un aumento del dividendo de 100 millones de euros. Tal vez por eso o por los resultados, o por todo a la vez, las acciones del Sabadell subieron más de un 2,5% durante buena parte de la sesión, frente a un Ibex casi plano (+0,1%) y un BBVA más modesto (+1,4%).