Los Premios Fronteras del Conocimiento que otorga cada año la Fundación BBVA están dotados con 400.000 euros por categoría, lo que los convierte en uno de los galardones mejor remunerados del mundo. Lástima que, en ocasiones, la cuantía del premio no se corresponda con la aportación del galardonado a la ciencia y el conocimiento.

Vayamos al grano. Los dos premiados este año en la categoría de Humanidades y Ciencias Sociales han sido Steven Pinker y Peter Singer, a los que muchos lectores seguro que no conocen. El primero, psicólogo de la Universidad de Harvard, sostiene, en resumidas cuentas, que tenemos una percepción negativa del mundo por culpa de las noticias, pero si nos fijáramos más en los datos, esa percepción cambiaría y nos daríamos cuenta de que el mundo es mejor de lo que creemos.

Pinker defiende que la racionalidad humana es importante, no sólo “porque nos ayuda a tomar las mejores decisiones en nuestra vida personal”, sino que además es relevante “para la sociedad en su conjunto porque impulsa el progreso moral”, reflejado, por ejemplo, en la abolición de la esclavitud y en avances en los derechos de las mujeres, como el supuesto derecho al aborto. ¿Comprenden?

“Los datos que he presentado en mis libros -afirma Pinker- muestran que nuestra preocupación por los demás se ha expandido a toda la humanidad, y estoy plenamente de acuerdo en que también debería continuar extendiéndose a todos los seres sintientes”, señala.

Y esto resulta muy bello e instructivo, porque aquí confluye con Singer, nuestro siguiente galardonado, padre del actual bienestar animal. Por esto ha sido premiado con 200.000 euros: “El hecho de que los animales no pertenezcan a la especie ‘Homo sapiens’ no hace que su dolor sea menos importante, desde el punto de vista ético, que el dolor de un miembro de nuestra especie. El dolor es dolor, y es igual de malo, sea cual sea el ser que lo sufra”.

En otras palabras, equipara a un animal cualquiera, por ejemplo una rata, con una persona para concluir que son iguales porque siente el mismo dolor y que, por tanto, merecen el mismo trato y tener los mismos derechos. ¿Les suena?

A ver si nos entendemos, don Singer. El hombre es infinitamente superior a cualquier otro animal porque es el único que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, es decir, es libre y puede decidir libremente amar a Dios, que es la máxima expresión de la libertad. Una rata, por mucho que se empeñe, no puede hacer lo mismo, es decir, no es libre. Como mucho, podrá gozar de más o menos espacio vital para seguir sus instintos, pero nada más. No puede, por ejemplo, elevar el dolor que sufre y ofrecérselo a Dios como muestra de amor por los sufrimientos de Cristo en la Cruz, como sí puede hacer usted. Es decir, el dolor adquiere en el hombre un sentido sobrenatural que trasciende completamente el malestar físico, incluso psíquico, que provoca. En una rata, no.

Insisto, por esto le han dado a este fenómeno la mitad de 400.000 euros. Y sí, todo esto tiene mucho que ver con Carlos Torres, presidente del BBVA y también de la Fundación BBVA, porque de un tiempo a esta parte está comprando todas las papeletas para convertirse en el banquero español más progre. Su obsesión ya no es únicamente la sostenibilidad. Ahora quiere conquistar el bienestar animal.