Juan Carlos Escotet ha conseguido algo al alcance de muy pocos en su situación: cabrear al resto del sector. Que los banqueros critiquen a un ministro (o ministra) por la imposición de una tasa, es lógico y normal. Ahora bien, que se cabreen con un igual…

Pues eso es exactamente lo que ha sucedido porque, en plena negociación del convenio colectivo, el presidente de Abanca se desmarcó y aprobó de manera unilateral una subida salarial del 8% para los empleados del Grupo. Aplaudimos la decisión de Escotet, pero tal vez no era el mejor momento para hacerlo, ni eligió la mejor manera de llevarlo a cabo. Así opinan, al menos, en el resto de entidades.

Hablamos de una subida del 8% aplicable con carácter inmediato, mientras la patronal de las cajas, en la que están, además de Abanca, Caixabank, Unicaja, Ibercaja y Kutxabank, entre otras, está peleando con los sindicatos para no sobrepasar el 7% de subida en tres años, después de subirlo desde el 5% inicial.

Como se pueden imaginar, que en plena negociación uno de los tuyos se desmarque de esta manera y sin avisar, no sienta nada bien. Lo dicho: el sector está de uñas con Escotet y aunque, en principio, sólo debería afectar al convenio de cajas, lo cierto es que el cabreo ha llegado también a la Asociación Española de Banca (AEB), cuya última oferta es una subida del 8%, pero en cuatro años.

Mientras sucede todo esto, las entidades van dando a conocer las remuneraciones de sus consejeros con motivo de las juntas de accionistas que se celebrarán a lo largo de las próximas semanas. Así, este viernes pasado conocimos que Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, percibió en total 3,49 millones de euros en 2023, un 6,5% más que en 2022. A esa cantidad hay que sumar otros 540.000 euros como aportación al sistema de ahorro, que ya acumula 3,7 millones de euros, una cantidad muy discreta si se compara con la de otros banqueros como Carlos Torres (BBVA), cuyo plan de pensiones acumula 24,7 millones.

Por su parte, el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, percibió 2,26 millones, un 2,5% más que en 2022, en un ejercicio en el que la entidad disparó su beneficio un 54%, hasta 4.816 millones de euros. La remuneración media de los empleados subió un 8,8%, hasta 74.000 euros.

Las remuneraciones del consejo de Caixabank nunca han destacado por ser excesivamente elevadas y eso es algo que queda patente en la votación consultiva de los accionistas. En la pasada junta, sólo el 0,64% de los votos rechazaron las remuneraciones de 2022. Por cierto, el elevado porcentaje de abstenciones (22,73%) se debe a la participación estatal, que asciende al 16,1% del capital y que siempre se abstiene acerca de las remuneraciones de los consejeros.