ICBC, sede en Madrid
El Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), ganó un 6,8% más en el tercer trimestre, hasta 94.316 millones de yuanes (13.100 millones de euros), tras ingresar 207.331 millones de yuanes (en euros, 28.765 millones), un 4,7% menos que el mismo periodo de 2021.
Los ingresos por intereses apenas aumentaron un 0,8%, hasta 176.173 millones de yuanes (unos 24.440 millones de euros), mientras que los de comisiones cayeron levemente un 0,8% y no superaron los 29.577 millones de yuanes (4.100 millones de euros).
Como se puede ver, el peso de las comisiones es muy reducido dentro de la entidad asiática, la mayor del mundo por valor de sus activos, que en septiembre alcanzó los 39,55 billones de yuanes (en euros, 5,5 billones), un 12,5% más que un año antes.
Los gastos, por su parte, aumentaron un 8,7%, hasta 59.697 millones de yuanes (8.280 millones de euros), mientras las provisiones se redujeron un 34,7%, hasta los 35.756 millones de yuanes (en euros, 4.960 millones).
Así las cosas, la clave del trimestre fue el impacto negativo de las menores ganancias por inversiones financieras, según la entidad.
ICBC es el mayor banco del mundo por volumen de activos, como hemos dicho, pero también uno de los más tramposos, incluida la sucursal en nuestro país. Corría el año 2016 cuando cinco directivos fueron detenidos por blanqueo de capitales y organización criminal. El gobierno chino, a través su embajador en Madrid, amenazó al Gobierno español y aseguró que los directivos eran inocentes. Pues bien, en 2020, esos directivos pagaron la multa de 22,7 millones de euros para evitar la cárcel, tras admitir su culpabilidad.
Al margen de esto, conviene resaltar la facilidad con la que un banco chino abre una sucursal en España y lo complicado que le resulta a cualquier entidad de nuestro país abrirse paso en aquel país. Y encima, cuando son investigados por algún delito, amenazan al Gobierno.