Alcampo reforma sus hipermercados para que sean mucho más que un sitio al que ir con la lista de compra e ir llenando el carrito o la cesta. Y todo ello, lo hace impulsando las experiencias (espacios para beber, comer o incluso pedir que les cocinen y ver cómo es la elaboración), los productos frescos y locales, y también “la libertad de elección del cliente”, según ha explicado Pedro Alonso Villoslada, director general de Hipermercados Alcampo.

La empresa de distribución, propiedad del grupo francés Auchan, ha dado a conocer la reforma de su hipermercado de La Vaguada, el quinto que abrió (lo hizo en 1983) y que sigue siendo uno de los más emblemáticos. Se han invertido 9 millones de euros en los cambios, que empezaron el pasado marzo y acabaron, en su gran mayoría (sólo faltan pequeños remates) a finales de octubre. Todo ello dentro del objetivo de Alcampo de modernizar todos sus hipermercados en cuatro años: un proceso por el que ya han pasado o lo están atravesando los hiper de Palma de Mallorca, Gran Canaria, Linares, Mataró y Logroño…, y a los que el año que viene se sumarán otros 10 (Gijón, Sant Boi, Ferrol, entre otros) con un presupuesto de unos 70 millones.

El hiper de La Vaguada tiene 14.500 metros cuadrados, donde el 60% del espacio está destinado a productos alimenticios. El eje seguido en la reforma ha sido “modernizar, humanizar y adaptar en base a lo bueno, lo sano y lo local”, ha destacado Pedro Alonso Villoslada

El hiper de La Vaguada tiene 14.500 metros cuadrados, donde el 60% del espacio está destinado a productos alimenticios, y de hecho, la planta baja es exclusiva para los productos de alimentación humana. El eje seguido en la reforma ha sido “modernizar, humanizar y adaptar en base a lo bueno, lo sano y lo local”, ha destacado Pedro Alonso Villoslada, porque para Alcampo es importante mostrar al cliente en primer lugar donde encontrar los productos frescos, sanos (2.500 referencias de dietéticos y ecológicos) y locales (entre ellos, verduras propias de la Comunidad de Madrid).  

En este centro, los clientes ahora podrán disfrutar también de un bistro, donde comer y descansar de las compras; una cafetería para tomar algo rápido o pedir que les cocinen los productos que han comprado, por ejemplo, en carnicería, para comer allí o llevar a casa y ver cómo se elabora, creciendo en cercanía. Asimismo, habrá un espacio donde puedan obtener muestras, hacer catas de vino o cursos de cocina, que se abrirá en un futuro cuando lo permitan las seguridades sanitarias. Ahora hay nuevas instalaciones en pescadería y muchos de sus productos disponibles tanto en mostrador como en estantes/vitrinas para que el cliente elija con libertad donde comprarlo, y se abrirá una zona de graneles. También se han reformado los mostradores, con el fin de humanizarlos para acercar más el producto al cliente; se han ampliado las referencias de 15.000 a 17.500; se ha apostado por mejorar la efiencia energética renovando todos los muebles frigoríficos; ha aumentado la anchura de los pasillos y se han bajado las góndolas y estanterías para dar mayor visibilidad y un acceso más fácil a los productos, entre otras cosas. 

Y todo esto no sólo en busca de la modernización: ganar cuota de mercado es el gran deseo, algo que lograría con un notable aumento de ventas: Alcampo va sexto en nuestro país, con una cuota del 3,2%, según los datos correspondientes a los nueve primeros meses de Kantar Worldpanel. De esta forma, está por detrás de Mercadona, Carrefour, Lidl, DIA y Eroski. Y no hay que olvidar que hace poco más de un mes, Carrefour (también francés, cuyas ventas globales han subido hasta septiembre, aunque bajan en España) rechazó la oferta del grupo Auchan para una fusión con Alcampo al considerarla insuficiente.