Francia arde contra la reforma de las pensiones de presidente Emmanuel Macron, con un vandalismo realmente notable. Es verdad que los franceses se jubilan a los 62 y no quieren jubilarse a los 64 mientras los españoles nos jubilamos a los 65 y camino de los 67. Pero también es verdad que los años de cotización exigible en Francia superan en seis a los que se exige en España para una pensión contributiva. En cualquier caso es claro que Macron endurece las pensiones mientras Sánchez presume de ablandarlas. El problema es que 'lolito' Macron tiene razón mientras Sánchez está jugando a lo que siempre juega: mantenerse en el poder hasta el desprecio.

Todo ello mientras arde Francia porque Macron ha endurecido el cobro de las pensiones. Y eso que la sociedad española está más envejecida aún que la francesa

Ahora bien, resulta que la Autoridad independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), que preside Cristina Herrero, ha emitido un informe donde echa abajo la reforma de las pensiones del Gobierno. Y ahí es donde ha entrado en juego el patetismo del ministro del ramo, José Luis Escrivá, quien, tras aludir a su anterior cargo como presidente de la autoridad menospreció el estudio de sus antiguos colaboradores. 

Patético Escrivá: asegura que la Agencia le apoya. Pues bien, AIREF concluye que la reforma de Moncloa no asegura su sostenibilidad y que el déficit de la Seguridad Social aumentará.

Todo ello mientras arde Francia porque Macron ha endurecido el cobro de las pensiones. Y eso que la sociedad española está más envejecida aún que la francesa.

Patético Escrivá.