El sector aeronáutico ha sufrido un duro golpe por el coronavirus, dejando a muchas aerolíneas al borde de la quiebra y recibiendo ayudas de los gobiernos. Una situación que también afecta a los fabricantes aeronáuticos, pues las entregas de nuevos aviones se retrasan o se suspenden, y ya han pedido ayudas. En el caso de Airbus, ha dado un paso para allanar las negociaciones con España: ha cambiado unos contratos para evitar más aranceles de EEUU a días de la reunión del CEO, Guillaume Faury, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “el cenizo”, donde hablarán de ayudas. 

Según El Economista, la cita podría tener lugar el próximo jueves 30 de julio, pero también podría variar en función de sus respectivas agendas. Eso sí, esperemos que en esta ocasión Sánchez guarde silencio en Twitter: recuerden que a finales de junio, un día después de mostrar su apoyo al gigante aeronáutico europeo, este último elevó los despidos en la división de Defensa y Espacio, y a principios de este mes, cuando se conocieron los despidos en la división de aviones comerciales, Sánchez desveló que había hablado con Faury, pero la respuesta de Airbus fue que el coronavirus había acentuado la situación “crítica” de algunas plantas españolas y europeas, entre ellas la de Puerto Real (Cádiz). Recuerden que el gigante aeronáutico perdió 481 millones y 8.000 millones de efectivo hasta marzo.

 ITP Aero (empresa que fabrica motores y componentes aeronáuticos) ha anunciado el despido de 600 trabajadores, el 15% de su plantilla 

Recientemente, Airbus ha renunciado a las condiciones preferentes en los créditos que España y Francia le concedieron para desarrollar y construir el avión A350. Unas condiciones ventajosas que fueron consideradas como ayudas ilegales por la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace unos meses y que el presidente de EEUU, Donald Trump, aprovechó para imponer aranceles a una larga lista de productos europeos. La modificación llega con el objetivo de evitar más aranceles, pues existía la amenaza de que Washington los subiera en agosto, y después de haberse hecho en Alemania y Reino Unido: “Una señal clara en apoyo para los que sufren el impacto severo de los aranceles”, ha señalado Faury. No hay que olvidar que el aceite y el vino están entre los productos afectados.

Este caso forma parte de una larga disputa entre EEUU y la UE por el comercio de aviones comerciales que dura ya 16 años. Tras el cambio realizado por Airbus, la Comisión Europea considera que EEUU se ha quedado sin argumentos para mantener los aranceles. Eso sí, dentro de unos meses, la OMC emitirá su dictamen sobre la denuncia de la UE por las ventajas ofrecidas a Boeing por parte de las administraciones estadounidenses.

Paralelamente, hace unos días, ha habido manifestaciones en Getafe (Madrid), Cádiz y Albacete (la protesta en Sevilla fue cancelada al detectarse un positivo por coronavirus) contra los algo más de 1.600 despidos anunciados por Airbus. En concreto, 722 en el área de Defensa y Espacio, y unos 900 en la división de aviación comercial. El sindicato UGT advierte que también podrían verse afectadas 436 empresas auxiliares. De hecho, ITP Aero (empresa que fabrica motores y componentes aeronáuticos) ya ha anunciado el despido de 600 trabajadores, lo que representa el 15% de su plantilla (2.000 personas).

Esperemos que la cita entre Faury y Sánchez traiga buenos frutos en lo que al empleo y la actividad de la industria aeronáutica nacional se refiere... Y esperemos también que el directivo francés tenga otro tono que el del pasado septiembre, cuando se atrevió a chantajear al Gobierno por no haber elegido a Airbus como coordinador nacional del nuevo avión de combate europeo (FCAS).