Tras la declaración del equipo jurídico de BBVA España (representado por Adolfo Fraguas) la interpretación de los medios ha sido casi unánime: apuntan a que, en palabras llanas, el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, habría dejado tirado a su antecesor, Francisco González (FG) y empezado a colaborar con el juez García-Castellón. Pues bien, fuentes del propio BBVA aseguran que eso es una lectura demasiado simple de lo que ocurrió el jueves en la Audiencia Nacional. 

Es cierto que el BBVA ha decidido informar a Su Señoría sobre la relación de la entidad con Villarejo, pero eso no significa que haya dejado a FG a los pies de los caballos. Por resumir, hemos pasado del 'yo no sabía nada de eso' al 'yo no he hecho nada ilegal'. Yo solo contraté una empresa de seguridad para defenderme de la OPA de SACYR. Y, si cuela, cuela. 

Carlos Torres se aferra a una interpretación restrictiva de la imputación de compañías. Mientras el juez lo permita… 

Y todo esto jugando -a lo mejor crea precedente- con una interpretación de la novedad legal por la que se puede imputar, no solo a una persona física, sino también a una jurídica. Ahora bien, ¿quién representa a las personas jurídicas?: ¿el presidente, los consejeros o el abogado de la firma. Y quizá no el abogado principal?

Para el BBVA está claro que basta con que le represente el abogado. 

¿Con eso se dará García-Castellón por satisfecho? Por el momento sí, pero el juez no está apostando por ninguna interpretación jurídica si no por los 'colaboradores de la justicia', eso que en las películas de mafiosos llaman chivatos. 

Por ahora, García-Castellón en la pieza BBVA del caso Villarejo cuenta con dos: el exdirectivo Antonio Béjar y el director de Comunicación del BBVA con FG, el periodista Javier Ayuso. Ambos se han mostrado dispuestos a colaborar con la Fiscalía y sus declaraciones podrían resultar determinantes. 

Conclusión: aunque FG anda un poco mosca con Torres, lo cierto es que el actual presidente del BBVA no le ha dejado a los pies de los caballos pero tampoco se va a jugar el futuro del banco, y de su propia presidencia, por el hombre que le llevó a la cumbre. Ahora bien, una vez que reconoces que fichaste a Villarejo, resulta un poco más difícil defender la completa legalidad de tus actuaciones.