Parece que Vestas reajusta el negocio, pues ha tenido unas pérdidas de 82 millones de euros en el primer semestre tras provisionar 175 millones entre abril y junio para cubrir los costes de reparación y actualización de equipos. Estos números rojos suponen una situación bien distinta a la de hace un año, cuando ganó 115 millones. Sin embargo, espera mayores ingresos (entre 14.000 y 15.000 millones) este año, frente a los 12.200 millones de 2019, aunque prevé menor margen Ebit (entre el 5% y el 7%, respecto al rango de entre el 7% y el 9% que estimaba antes), o sea, una caída de la rentabilidad. Además, invertirá por debajo de los 700 millones previstos en un principio.

El fabricante danés de aerogeneradores ha tenido un resultado neto peor en el primer trimestre (-80 millones por deterioro de activos) que en el segundo (-7 millones). Y esto también ha repercutido en el Ebitda, que ha descendido un 36,3%, hasta 270 millones.

Eso sí, los ingresos se han movido al alza: en concreto, aumentaron un 25,2% entre enero y marzo, hasta 2.235 millones; y se han disparado un 67% en el segundo trimestre, a 3.541 millones. Así en el primer semestre, la cifra de negocio ha sido de 5.776 millones (+50%). “La pandemia mundial y la recesión económica continuarán creando incertidumbre en 2020, pero seguimos confiando en nuestra capacidad para garantizar la continuidad del negocio en toda nuestra cadena de valor”, ha señalado Henrik Andersen, presidente y CEO de Vestas. Palabras que suenan bien para España, donde tiene plantas de producción en Daimiel (Ciudad Real) y Viveiro (Lugo). Además, Vestas ha sido la primera compañía en alcanzar los 100 GW de turbinas eólicas en mantenimiento, como recogió La Tribuna de Ciudad Real.