Walt Heyer es un hombre estadounidense al que desde muy pequeño su abuela le ponía un vestido violeta cuando se quedaba a solas en su casa. Eso le hizo cuestionarse su sexualidad.

Vivió ochos años como mujer, Laura, pero el calvario que padeció le hizo darse cuenta del craso error que había cometido. Se operó de nuevo para recuperar su masculinidad y desde entonces se dedica a ayudar a personas en su misma situación para evitar que sigan su mismo camino y puedan tener una vida plena y feliz. Hoy Walt Heyer es ex-transexual y denuncia en un vídeo el daño que se hace a los niños cuando se les inculga la ideología de género:  "Esto me causó daño y tengo algunos puntos de vista muy fuertes". "Este fue el error más grande de mi vida". "No hay nada bueno" en lo que hizo "mi abuela conmigo" cuando tenía 4 años. "Eso es abuso infantil". "Tenemos que comenzar a llamarlo por lo que es". "No es de extrañar que terminen con ansiedad de separación y trastorno bipolar, trastornos disociativos, esquizofrenia y muchos otros trastornos que ellos quieren que ignores. Ellos quieren impedir que cualquier niño tenga acceso a la psicoterapia. La única razón por la que puedo hablar con ustedes hoy es porque después de 46 años lidiando con este problema, pude realizar una de-transición en 1990, después de haber recibido una amplia psicoterapia. La misma psicoterapia que intentan impedir que la gente tenga" porque "no quieren que de-transicionen (revertir al sexo biológico).

"Estamos fabricando niños transgénero, estamos fabricando su depresión, su ansiedad, se ha convertido en una gran industria con la que personas se lucran después de que las vidas de los niños están completamente destrozada".

"Estamos fabricando niños transgénero, estamos fabricando su depresión, su ansiedad, se ha convertido en una gran industria con la que personas se lucran después de que las vidas de los niños están completamente destrozada"

"No hay absolutamente nada bueno en afirmar a alguien con el sexo opuesto porque destruye su vida". Dentro de unos años "habrá alguien más hablando como yo diciendo que fue horrible lo que me hicieron", "nunca deberían haberlo hecho".

"Más del 50% de las personas con las que he trabajado, cientos de personas con las que he trabajado en los últimos diez años, fueron abusadas sexualmente. Niños que son abusados a una edad temprana llegan a la conclusión de que la única forma de evitar que vuelvan a ser víctimas de abuso sexual" es cambiar de sexo. "En su mente, ese es un mecanismo de defensa para el abuso sexual". "Ya sean hombres o mujeres, la gran mayoría de ellos fueron abusados cuando eran niños".