Telefónica no ha salido de una polémica y ya entra en otra. Hablamos de los revuelos surgidos por los programas y las series que primero produce y luego emite. Porque ese es el modelo de Movistar Video: producir sus propios contenidos. Ese es su toque de distinción, lo que da valor añadido a su oferta de televisión.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando los contenidos son ofensivos o pornográficos, o ambas cosas a la vez? ¿Qué imagen se da de la compañía?

Ya hemos contado en Hispanidad las bondades de series como La Peste o Vergüenza, cuya segunda temporada finalizó con una escena de alto contenido cultural: una señora le mete un fuet por el trasero a su marido.

Pues eso se queda en nada tras el estreno de Instinto, el viernes 17. El protagonista, Mario Casas, resumió así en una entrevista en Ecoteuve, la nueva serie de Telefónica: “Hubo sexo real en el rodaje”. De hecho, Casas reconoció que “no queríamos esconder nada y, desde el principio del primer capítulo, presentamos lo que va a ser la serie”. O sea, pornografía pura y dura.

¿No sería mejor comprar los contenidos a terceros en lugar de producirlos?

Su hermano Óscar también actúa en la serie. “Estoy muy orgulloso de lo que el público va a ver”, dijo Mario. “Se ha metido en el personaje, lo ha vivido”, señaló. Óscar da vida a un joven con autismo que, además, es hermano del protagonista.

La Peste y la leyenda negra sobre la evangelización de América, Vergüenza y el fuet rectal… y ahora Instinto con fornicio real. Y en medio, la burla a Ortega Lara en La Resistencia, el programa de David Broncano, de Movistar+.

“Nunca hay que infravalorar el alcance de la crueldad humana. ¿Cuál es el alcance de la crueldad humana? Ortega Lara. 532 encerrados en un cubículo minúsculo. Años después funda un partido y lo llama Vox… y nadie le dice lo que significa en inglés”.

El monólogo de Iggy Rubin provocó miles de quejas en las redes sociales e indignó a más de un consejero de la operadora. ¿Dónde está el límite? Se preguntaban. ¿No sería mejor comprar los contenidos a terceros en lugar de producirlos? Al fin y al cabo, Telefónica es una teleco, no una productora de cine y televisión.

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El presidente de la multinacional no es ajeno a todo esto. Efectivamente, a José María Álvarez-Pallete le preocupan mucho los contenidos que produce y emite, entre otras razones porque afectan directamente a la reputación de la compañía. De momento, lo de Ortega Lara es el episodio que más ha impactado a la imagen de Telefónica -han retirado el video-, pero no cabe duda de que La Peste, Vergüenza y ahora Instinto, no dejan en buen lugar a la empresa.

A José María Álvarez-Pallete le preocupan mucho los contenidos que produce y emite, entre otras razones porque afectan directamente a la reputación de la compañía

Está claro que, hasta la fecha, el comité de comunicación responsable, creado expresamente para velar por los valores que defiende la compañía, no ha servido para nada. Recuerden el punto siete de los Principios de Negocio Responsable de Telefónica: “Como compañía que no sólo se dedica a facilitar la comunicación, sino también a generar contenidos de entretenimiento, culturales, deportivos, publicitarios y de otro tipo que pueden generar impacto e influencia en la sociedad, asumimos nuestra responsabilidad en promover una comunicación responsable, ética y de calidad”. Con Instinto lo han bordado.

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