Resulta un tanto paradójico que el mismo día que Siemens Gamesa se adjudicó dos pedidos -uno de 140 aerogeneradores de eólica marina en Países Bajos y 66 de eólica terrestre en EEUU- anunciara el cierre de la planta de Aoiz (Navarra), provocando 239 despidos. Son los primeros con Andreas Nauen como CEO, reflejando que no se atreve a empezar a meter la tijera en el País Vasco, donde se encuentra la sede social, pero sí en Navarra.

El fabricante de aerogeneradores ya no tiene a Iberdrola en el accionariado, que solía poner pegas a los despidos, sobre todo, en el País Vasco… ya saben, para no molestar al PNV. Desde su creación en 2017, cuando Siemens fusionó su negocio eólico con Gamesa, ha despedido a más de 700 personas en España: ERE en febrero de 2018 en oficinas (236 empleados) y cierre de la fábrica de Miranda de Ebro (Burgos) -unos 200 trabajadores-, ERE en noviembre del año pasado para 109 de oficinas y ahora el cierre de Aoiz. Eso sí, Siemens Gamesa presume de haber contratado a 450 personas en los últimos dos años en País Vasco y Navarra… aún así, la cuenta sale negativa para la plantilla de España, que asciende a unos 5.000 empleados.

UGT ya se temía malas noticias sobre Aoiz, sobre todo, desde que Siemens Gamesa compró la alemana Senvion: así pasó a controlar la planta de Vagos (Portugal), situada a 13 kilómetros de un puerto. El fabricante de aerogeneradores ha alegado que cierra la de Aoiz por “sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano”. Y ojo, porque el sindicato se teme más recortes en las fábricas de Cuenca y As Somozas (A Coruña)... y no sería de extrañar porque la compañía prevé las primeras pérdidas anuales de su historia en el presente ejercicio fiscal (octubre 2019- septiembre 2020) y no sólo por el impacto de la crisis del coronavirus.