Ryanair prevé cerrar el ejercicio, que cierra en marzo, con un beneficio inferior en 100 a lo que había calculado. Se trata del segundo profit warnig en tres meses, para situar el resultado entre 1.000 y 1.100 millones. Culpa ahora al descenso de precios de las tarifas de invierno, del mismo en octubre achacó el recorte a las huelgas del verano. Entre la previsión inicial y la última, la mordida es 200 millones, un 24% en total. No descarta nuevas revisiones, sobre todo por la posibilidad de un Brexit sin acuerdo.

La low cost irlandesa informa en concreto, a través de un comunicado (en el documento adjunto), que las tarifas han bajado un 7%, no el 2% previsto, pero no lo ha podido compensar con el aumento del tráfico, que sitúa en 142 millones de pasajeros (+9%).

La 'low cost' irlandesa no puede compensar el descenso de las tarifas con el aumento de pasajeros 

El comunicado incluye unas declaraciones del consejero delegado, Michael O’Leary, en las que asegura que caída de las tarifas meterá presión a otras aerolíneas, especialmente en Europa. Pone de relieve, en sentido, la reciente decisión de Norwegian de cerrar bases en Roma, Gran Canaria, Tenerife y Palma, aeropuertos donde compite “cara a cara con Ryanair”.

La reacción en bolsa ha sido negativa para la low cost, en torno al 2,5%, y ha contagiados a otras compañías como IAG, pero esa tendencia se ha invertido después.