Durante su delirante balance de fin de año, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, aseguró su enorme coraje: “no nos escondemos”, es decir, que Moncloa se dispone a asfixiar a la escuela privada y potenciarán la pública con el dinero de nuestros impuestos.

Ahora bien, contra las dos mentiras de Sánchez, mentiras progres, resulta que los españoles prefieren la educación privada y la sanidad privada. Sí, las dos. Lo que ocurre es que no todos pueden permitírselo.

Según las fuentes consultadas en ambos sectores por Hispanidad, las peticiones para entrar -o renovar- en colegios concertados, así como la suscripción de pólizas sanitarias de seguros privados están creciendo al mismo ritmo: una media del 5%.

El espectáculo que vende la progresía, en el sentido de que Juan Español está deseando llevar a sus hijos a la escuela pública o ser atendido en un centro del Insalud, es falso

Este hecho revela las dos grandes mentiras progres, o sanchistas, que es lo mismo: la de que los españoles prefieren la escuela púbica y la de que los españoles prefieren la Seguridad Social. La primera siempre ha sido falsa, la segunda comienza a serlo… a pesar de la crisis.

Y en ambos casos, no lo olvidemos, frente a la realidad manifiesta de que las familias no están ahora mismo para grandes gastos. Y, en ambos casos, además, con el artificio, asimismo progre, de que la concertada -o el colegio privado- y la sanidad privada suponen un gasto extra para el conjunto de los españoles, para el Estado. Lo cierto es que ambas suponen un ahorro para el Estado, dado que el puesto en la enseñanza publica le cuesta al Gobierno el doble que en la enseñanza privada y que la sanidad privada le ahorra un montón de costes al conjunto de los españoles, gracias a que los usuarios de la privada se rascan el bolsillo mientras siguen contribuyendo con sus impuestos a la sanidad pública .

Pero el PSOE y Podemos han conseguido que enseñanza y sanidad privadas se perciban justo al revés: como un ahorro, un privilegio, de los ricos, cuando es una aportación extra, de su bolsillo, de aquellos que no se fían ni de la enseñanza estatal ni de la sanidad pública. Especialmente los padres y los usuarios católicos.   

Ambos engaños se desharían en el caso de que se aplicara el cheque escolar y el cheque sanitario para que cualquiera pudiera elegir colegio para sus hijos o centros sanitario donde ser tratados de sus enfermedades. Todos estamos de acuerdo en que sanidad y educación son derechos. Pues bien, que el Estado financie la educación y la sanidad, sean públicas o privadas.

Vox debería hacer más hincapié en el cheque escolar y en el cheque sanitario porque es el único partido que los lleva en su programa

Vox debería hacer más hincapié en el cheque escolar y en el cheque sanitario: es el único partido que los lleva en su programa. Y ambos cheques, especialmente el escolar, representan el único sistema para garantizar la libertad de enseñanza de los padres y la atención sanitaria de todos.

La prueba del nueve: si a los padres españoles se les diera a elegir si quieren enviar a sus hijos a un colegio público o a uno privado, en su gran mayoría escogerían el privado. Y eso que saben que siempre les saldrá más caro.

En el caso sanitario es distinto, porque los centros sanitarios públicos tienen más medios que los privados. Pero el trasfondo es el mismo: el funcionario nunca atiende bien al paciente… ni a nadie.

Los cheques escolar y sanitario permiten que cada cual sea libre para elegir. Y permite también someter a examen permanente a los buenos y a los malos profes, a los buenos y a los malos sanitarios.

Por eso, aquellos que pueden permitírselo se pagan su sanidad pública -igual que su educación pública- vía impuestos y, además, hacen un esfuerzo extra para llevar a sus hijos a un colegio privado, o para que les atiendan en un centro sanitario privado. Por algo será.

El espectáculo que vende la progresía, en el sentido de que Juan Español está deseando llevar a sus hijos a la escuela pública o ser atendido en un centro del Insalud es, sencillamente una grandísima mentira.

¡Viva el cheque escolar! ¡Viva el cheque sanitario! Vox debería hablar más de esto. Lo lleva en su programa pero lo defiende poco. Vives a la defensiva, Abascal.