Pedro Sánchez -mecachis, qué guapo soy- ha comparecido este martes, 29 de diciembre, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el último del año, para hacer balance de su gestión al frente del Gobierno durante 2020 y anunciar las claves del próximo año.

Primera medida de impacto: la rueda de prensa se repetirá cada año por estas mismas fechas, lo que para Sánchez significa, sin duda, un gran ejercicio de transparencia pero que, en realidad, es algo ya tradicional de la democracia española. Es más, lo tradicional es comparecer dos veces al año: una antes del verano y otra en diciembre. Sánchez sólo se ha comprometido a una de ellas, lo que nos lleva al refranero español: dime de qué presumes y te diré de qué careces.

¿Recuerdan a la ‘niña’ de Rajoy? Pues Sánchez tiene a ‘su’ abuela: Araceli, la primera persona vacunada contra el Covid en España. El presidente se emociona recordando su historia (la de Araceli Hidalgo) y cómo cuando ella nació, en 1924, no había agua corriente en España, la mayoría de la población era analfabeta, había mucha miseria y 14 de cada 100 niños no vivían más de dos años. Desde entonces hemos avanzado una barbaridad: actualmente, cada año, más de 100.000 niños (y niñas) no llegan a cumplir un año porque son asesinados antes de nacer. Eso es progresismo.

En resumen, 1924 fue un año horrible porque todavía no había nacido Sánchez, Pedro Sánchez.

Más cosas: “El reto demográfico es… un reto”, ha afirmado el presidente, buscando la frase completa entre sus apuntes. Lo más llamativo, sin embargo, es que, para Sánchez, el problema no es el envejecimiento de la población y la escasez de nacimientos, sino el hecho de que los jóvenes se van del campo a la ciudad. Ese es el reto demográfico.

El presidente carece de credibilidad, también cuando nos asegura que la ciencia y la investigación han sido claves, importantísimas y fundamentales en el año del Covid, y lo despacha en menos de dos minutos, dentro de un discurso de más de una hora de duración.

Si hubiera que destacar una virtud del presidente sería, sin duda alguna, la humildad, sobre todo para reconocer los propios errores. Es lo que ha hecho el presidente, que ha reconocido que el único fallo del Ejecutivo ha sido no lograr la unidad de todos los partidos durante la pandemia… aunque en realidad fue culpa del PP y de Vox.

Por cierto, según Sánchez, la derecha y la extrema derecha siembran el miedo diciendo que él es una especie de “hombre del saco” que amenaza con instaurar un régimen comunista bolivariano que va a arruinar España. Lo ha mencionado varias veces a lo largo de la comparecencia, lo que no hace sino confirmar que, efectivamente, vamos hacia eso mismo.

Pero no se preocupen, porque estamos ante el Gobierno más transparente, no sólo de España, sino del mundo entero. Por eso, la comparecencia de Sánchez ha estado acompañada del informe ‘Cumpliendo’, elaborado por expertos independientes, para analizar el grado de cumplimiento de los compromisos del Ejecutivo. Vamos mejor que bien: de los 1.238 compromisos ya se han cumplido el 23,4% y antes de junio de 2021 el Gobierno habrá completado el 32,6% de los mismos. El 90,9% de los compromisos ya está en marcha y sólo 7 han decaído. ¿Quiénes son esos expertos independientes? Nueve académicos de universidades públicas, vinculados con el PSOE y simpatizantes del movimiento 15-M, origen de Podemos. En cualquier caso, la clave no es el grado de cumplimiento sino los compromisos en sí. ¿Son buenos para España y los españoles? La mayor parte de los que conocemos no lo son, y los que están por venir, tampoco. Por ejemplo, la "ley de diversidad familiar" que prepara el Ejecutivo.

Por cierto, el Ejecutivo de la transparencia ha desvelado, por fin, y después de muchos meses, los nombres  de los miembros del comité de expertos que diseño la desescalada. Hablamos de Fernando Simón, de otros 13 trabajadores del ministerio de Sanidad y de sólo un ‘externo’: Javier Segura del Pozo, médico, epidemiólogo y vicepresidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública.