Cuando ya enfilaba la segunda parte de la sesión, los descensos en la Bolsa de Madrid amainaban un tanto pero seguían perdiendo por encima del 2%. Al parecer, los presupuestos presentados el martes por el Gobierno de Pedro Sánchez, no gustan al mercado, con caídas en todas las empresas relevantes, especialmente en aquellas que dependen del público, que venden al por menor.

Si a eso suman un pretendido confinamiento de nada menos que seis meses, que hasta el propio Felipe González ha repudiado, la conclusión parece clara: Pedro Sánchez ha vuelto a meter la pata y su desastre económico no remite sino que, por el contrario, se acentúa. Naturalmente las empresas que más sufren son las aerolíneas (IAG), las de aeropuertos (AENA) o las de turismo (Meliá).

Zapatero nos devolvió al guerracivilismo pero cayó por su desastre económico. A su alumno aventajado, Sánchez, podría ocurrirle lo mismo

Y sobe todo, los presupuestos, presentados por la propaganda gubernamental como el remedio para que “nadie se quede atrás”, y por los podemitas como una nueva era que dejará atrás el neoliberalismo, no parecen del agrado del tejido económico español.

Lo cierto es que la demagogia podemita ha doblegado a la más o menos ortodoxa vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y ha disparado el gasto y, con ello, el déficit: España camina hacia la ruina.

Sánchez se parece cada vez más a Rodríguez Zapatero. El guerracivilismo lo inició ZP y Sánchez sigue por esa vía progre. Pero ZP cayó por su desastre económico, no por su guerracivilismo, con ser más grave esto que aquello. Eso mismo podría ocurrirle a Pedro Sánchez.

El Gobierno sociopodemita ha disparado el gasto y, con ello, el déficit: España camina hacia la ruina

Además, a la economía española se le está acabando el tiempo. En lugar de invertir, el Gobierno se dedica a gastar y a endeudarse.