Naturgy publica resultados en la madrugada del miércoles 5. Con un beneficio neto de 1.401 millones de euros (M€) frente a los 2.822 millones reportados en diciembre de 2018… debido a pérdidas por deterioro de activos de generación de electricidad .

De hecho, la compañía recupera precios de la subida de la bolsa, allá por 2014, y lo hace siguiendo una sucesión de mínimos crecientes muy sana. Sin embargo, el título comenzó la sesión con un -1,07%, lo que podría indicar un movimiento común dentro de este mejor comportamiento que está teniendo en el largo plazo.

Si bien es cierto que la empresa ha facturado menos, 23.035 millones respecto a los 24.339 millones de finales de 2018, el coste de los aprovisionamientos ha sido menor, por lo que obtuvo en 2019 un margen bruto, 6.724 millones, superior al de 2018 (+1,6%). Si a ello también le sumamos la reducción en gastos operativos, de personal y otros, el Ebitda, con 4.562 millones de euros, es un 13,5% mayor que finales de 2018.

En el balance, la deuda neta pesa más de un tercio, 15.268 M€, siendo el total activo de 41.138 M€. Destaca: la recompra de bonos, por valor de 653 M€ y una nueva emisión en paralelo de 750 M€ con vencimiento a 10 años; préstamo sindicado, de 1.500 millones de dólares con vencimiento a 5 años y extensión de otros 2; y, un préstamo verde, de 500 M€ a 7 años. Estos vencimientos a largo plazo contribuyen a que la mitad de la deuda venza a partir de 2024 y, mientras tanto, el resto se distribuya hasta 2023 de forma balanceada. 

Una buena gestión de la deuda y una mejora en la facturación de Gas & Electricidad en Europa podría seguir empujando la acción hacia arriba. Por ejemplo, para no sufrir sorpresas como la de la cotización del miércoles 5

Además, se optimiza la financiación por unidad de negocio en la misma moneda que sus flujos de caja, que es como debe ser si no queremos complicarnos la vida con el riesgo de tipo de cambio y su gestión.

Volviendo al Ebitda y añadiendo el ingrediente de la deuda, que no es poca, podemos elaborar una ratio muy utilizada por los analistas: ‘Deuda financiera Neta/Ebitda’. Esto nos da una primera idea de cuántas veces representa lo que me han prestado, en base a mi capacidad de generar liquidez para atenderla. En el caso de Naturgy, se sitúa en un razonable 3,3x.

Si damos un vistazo por unidad de negocio, Naturgy ha tenido buen comportamiento en todas sus regiones. A lo largo de 2019, crece Gas & Electricidad, así como las infraestructuras EMEA, Iberoamérica sur e Iberoamérica norte. Esta última se ha recuperado sobre todo en Panamá, la cual ha compensado, junto con Brasil, la bajada de facturación en Europa (en torno a un -15% en Gas & Electricidad).

Naturgy, en el marco de su Plan Estratégico 2018-2022, ha destinado 400 M€ al desarrollo de proyectos renovables, mientras cerraba las famosas plantas de carbón en 2018. También la podemos encontrar en Australia y Chile destinando 145 M€. Por lo que, entre finales de 2018 y 2019, ya ha incrementado su capacidad instalada renovable en un 45%.

Estos incrementos vienen motivados por la fuerte inversión en capex año tras año, que para 2019 ha sido de 979 M€ en crecimiento, y 628 M€ en mantenimiento. Además de dividendos y recompra de acciones, la gestión de los fondos parece correcta, dejando un flujo libre de caja de 238 M€.

Una buena gestión de la deuda y una mejora en la facturación de Gas & Electricidad en Europa podría seguir empujando la acción hacia arriba.

En cualquier caso, los inversores no acogieron con entusiasmo los resultados de Naturgy y fue la energética de peor evolución en la bolsa de Madrid, tendencia bajista que se mantuvo hasta el tramo final de la sesión del miércoles. Al final, con un Ibex que se despidió con una subida del 1,62%, Naturgy logró remontar una jornada aciaga, a la baja, en el 1,60%. Y a todo esto se une que no es ajena al dilema del sector tras el cierre de las nucleares.