Realia lleva meses dando malas noticias al magnate Carlos Slim, que quiere seguir forrándose en España y sacar tajada de una compra que le salió barata, y gran parte de la culpa la tiene la crisis del coronavirus. Hasta septiembre, el beneficio neto ha mantenido su derrumbe interanual del 95%, el mismo registrado en el primer semestre, situándose en 2 millones de euros, lejos de los 38,6 millones que ganó hace un año.

La inmobiliaria se ha visto lastrada al tener que hacer unas provisiones de 11,2 millones debido al coronavirus y su impacto en la valoración de activos patrimoniales (el cual alcanzó los 19 millones). Como los datos se dieron a las seis de la tarde del pasado martes, el mercado no pudo reaccionar y lo ha hecho este miércoles, con una caída de la cotización de Realia del 1,95% hasta primera hora de la tarde, cuando se ha suavizado al 0,65%.

En los nueve primeros meses, el Ebitda se ha mantenido casi igual que hace un año: en 36,4 millones (-0,8%). Por su parte, los ingresos han bajado un 2,5%, a 69,34 millones, por atípicos en el área patrimonial, mientras en promociones han subido un 25%. De hecho, las rentas por alquileres de inmuebles patrimoniales se han situado en 45 millones (-2,5%) por las ayudas que ha dado ante la crisis del coronavirus, y en promoción entregó 53 unidades por 7,5 millones.

La deuda bruta de Realia ha bajado un 3,9%, pero sigue siendo elevada: 573 millones. Algo que no es bueno y menos teniendo en cuenta el desplome del beneficio.