Luis de Guindos no se cansa. Quiere que los bancos europeos se fusionen entre sí y no admite excusas. “Hay demasiados bancos” en la zona euro, y “muchos de ellos tienen cuotas de mercado bajas y están bajo altas presiones competitivas”, señaló este lunes durante la XXII Euro Finance Week, celebrada en Fráncfort.

El vicepresidente del BCE aseguró que el 75% de los grandes bancos del continente tienen rentabilidades inferiores al 8%, esto es, a lo que exigen los inversores. Pero lejos de culpar a los tipos de interés negativos, de los que él es responsable -la política monetaria apoya la actividad económica, dijo-, Guindos argumentó que esto se debe al exceso de capacidad de la banca. En otras palabras, hay demasiados bancos.

Dos son las soluciones que propone a las entidades. Por un lado, que busquen nuevas fuentes de ingresos y que inviertan en la digitalización y, por otro, que se fusionen con bancos de otros países. “Tendrían un beneficio adicional de mejora de la diversificación de riesgo y esto daría como resultado una rentabilidad más resistente”, afirmó.

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Guindos es consciente de que el marco actual no favorece las uniones transfronterizas, pero insiste. “Los legisladores deben quitar los obstáculos a las fusiones y adquisiciones transfronterizas, promover una integración mayor y proseguir la agenda de la Unión Europea”, señaló.

Los deseos de don Luis corren el peligro serio de quedarse en eso, en deseos. El propio Banco de España, por boca de la subgobernadora, Margarita Delgado, dio carpetazo a las fusiones internacionales hace escasas semanas. “Es casi imposible” que esas fusiones mejoren la eficiencia de las entidades mediante recortes de costes y cierre de sucursales, algo que sí se cumple con las fusiones domésticas, argumentó Delgado.

El baile en España ya ha comenzado.