En Portugal, en las elecciones presidenciales, el católico Marcelo Rebelo de Sousa volvió a salir elegido como presidente del país, con el 60,7% de los votos, aproximadamente.

La exeurodiputada socialista Ana Gomes obtuvo el 13% de los votos, quedando así en segunda posición, aventajando por poco al candidato derechista André Ventura, que obtuvo el 11,9% de los votos.

Eso sí: la tasa de abstención se situó en el 60,6%, un nuevo récord histórico en unas presidenciales desde la instauración del régimen democrático, en 1974.

Cabe recordar que durante su primer mandato, Marcelo Rebelo de Sousa cohabitó sin problemas con el Ejecutivo del primer ministro Antonio Costa (socialista), que gobierna en minoría.

En lo que respecta a los principios no negociables para la actuación coherente del cristiano en política, establecidos por el Papa Benedicto XVI  -respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas-, como informó Hispanidad, en junio de 2016, Rebelo de Sousa vetó la ley que autorizaba en Portugal los 'vientres de alquiler', por entender que no se respetan las recomendaciones del Consejo de Ética para las Ciencias de la Vida (CNECV). No obstante, la ley entró en vigor, finalmente, en julio de 2017.

Además, el 9 de mayo de 2018 Rebelo vetó una ley de 'identidad de género' a los 16 años, lo cual, según el sistema constitucional luso, no impidió su aprobación posterior, aunque 'dulcificada' por la Asamblea de la República. Y ha anticipado su intención de vetar la ley de eutanasia aprobada en febrero de este año, y que vio frenada su tramitación por la pandemia, recuerda Religión en Libertad.

En el pasado, Rebelo de Sousa votó 'no' en dos referéndums sobre la aprobación del aborto en 1998 y 2007, según Sábado.