Las petroleras están a la caza de renovables y de clientes eléctricos, a juzgar por los últimos movimientos en el sector. Y es que la británica BP ha comprado 1.000 megavatios (MW) solares a RIC Energy y la italiana ENI, la comercializadora Aldro Energía.

Todo esto sucede en vísperas de la primera subasta de renovables y en un contexto adverso para las petroleras. Recuerden que estas últimas serán las más perjudicadas con el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) -que será la nueva forma de financiar las energías verdes-, pues aportarán el 43,7% del Fondo. Una medida con la que la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, sólo beneficiará a los consumidores eléctricos, que ya no tendrán que abonar el coste de las renovables en su factura de la luz, pero no a los consumidores en general, porque lo que no paguen por un lado lo abonarán por otro… como siempre.

Estos movimientos se suman a los que en los últimos años han dado otras petroleras, como la española Repsol, la francesa Total o Cepsa (propiedad del fondo soberano de Abu Dabi y del fondo estadounidense Carlyle) 

BP busca hacerse un hueco en el sector renovable de nuestro país, con la compra de 1.000 MW a RIC Energy, un desarrollador de proyectos fotovoltaicos con presencia internacional, repartidos en 14 plantas solares situadas en Madrid, Andalucía y Castilla y León. No es su primera incursión en el sector energético español: en 2018, compró una participación minoritaria en la comercializadora Lucera y a finales de 2019, adquirió una cartera de 250 MW en Zaragoza a Forestalia, a la que después sumó otros 100 MW en Teruel.

Por su parte, ENI ha entrado en el mercado ibérico de luz y gas comprando el 100% de la comercializadora Aldro Energía, la cual tiene su sede en Torrelavega (Cantabria) y que desde hace unos meses el Grupo Pitma había puesto en venta. Así, se hace con una cartera de 250.000 clientes en España y Portugal, que cuenta con una destacada presencia en el segmento de las pymes, y el acuerdo incluye la compra de la empresa de servicios Instalaciones Martínez Díaz.

Unos movimientos que se suman a los que en los últimos años han dado otras petroleras, incluidas alguna española. Por ejemplo, Repsol entró en la comercialización de luz y gas comprando clientes y activos de Viesgo en 2018, donde contaba con 1,1 millones de clientes a finales de noviembre. La petrolera francesa Total adquirió el año pasado un ciclo combinado y 2,5 millones de contratos de luz y gas a la lusa EDP en España, convirtiéndose en el cuarto operador tras Endesa, Iberdrola y Naturgy. Por su parte, Cepsa (propiedad del fondo soberano de Abu Dabi, Mubadala, y del fondo estadounidense Carlyle) ha empezado el año con más troceos: vendiendo su comercializadora residencial de luz y gas, dos años después de haberla lanzado, aunque seguirá suministrando luz y gas a industrias y empresas.