Más críticas al Gobierno Sánchez y a su ministra para la Transición Ecológica, por parte del conjunto del sector energético. 

Iberdrola, Endesa, EDP, Viesgo, Repsol, Cepsa, BP, Acciona y BP han pedido al Gobierno una transición energética justa e independiente, aunque algunas (EDP y Acciona) quieren que también sea rápida. Pero no sólo eso, también consideran que para ello es imprescindible “un marco estable y otro legislativo”, que, además, ayudarían a acabar con la incertidumbre que tienen los consumidores españoles. Así, lo han expuesto en el IV Foro Anual de la Energía organizado por El Economista.

Rui Teixeira, CEO de EDP, considera que el problema hoy no es la tecnología, “sino tener una estrategia, que se definan bien las reglas de juego y el reto político”. También defiende una transición energética que “tiene que ser evolutiva, pero rápida”, pues, por ejemplo, “el consumo eléctrico crecerá seis veces más que otros consumos”. Rafael Mateo, CEO de Acciona Energía, cree que “la transición no se hace por capricho, es una obligación, y debe ser rápida y justa y por ley”, ya que “probablemente, sea mayor el coste no hacerla”.  

El reto hoy no es la tecnología, sino la estrategia, que se definan las reglas de juego y el reto político, según EDP

Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, ha subrayado el compromiso de su compañía con la transición energética (algo que no es baladí, tras el rifirrafe de su jefe, Antonio Brufau, con la ministra del ramo, Teresa Ribera), pues es multienergética. De hecho, en su Plan Estratégico 2018-2022, se recogen los objetivos de “reducir las emisiones sí o sí y descarbonizar la economía”. Por su parte, Pedro Miró, el CEO de Cepsa, ha destacado no sólo la reducción de emisiones, sino el papel de su compañía en la movilidad y el hogar, dando “una oferta lo más diversificada posible”.

Ángeles Santamaría, CEO de Iberdrola España, ha señalado que se necesita un marco estable y legislativo, pero España tiene “una oportunidad por las inversiones que van a dinamizar la industria y el empleo”, y ha insistido en que “las renovables son absolutamente competitivas”. Cree que un primer paso importante en la transición es la “electrificación en el transporte terrestre”, pese a que la aviación, el transporte marítimo y los procesos industriales que necesitan un alto consumo eléctrico seguirán más tiempo con combustibles contaminantes.

Luis Aires, presidente de BP: está bien impulsar el vehículo eléctrico, pero la prohibición de otras tecnologías es contraria a la legislación comunitaria

José Bogas, CEO de Endesa, ha señalado que es fundamental que “las decisiones a corto plazo no obstaculicen, sino que impulsen los objetivos a largo plazo”. Hasta 2030, el sector eléctrico va a reducir sus emisiones en 50 millones de toneladas, el 100% del total de las que se prevén. Asimismo, ha subrayado que “la energía no es barata”, algo en lo que habría que hacer algunos cambios, dado que se pretende la electrificación de la economía. Bogas se ha referido al carbón, pues el Gobierno preveía el cierre en 2020 y después reducir su uso entre 2025 y 2030, pero ahora lo debe hacer antes (entre 2020 y 2025). Esta es una de las razones de que considere que “hay un problema fundamental a resolver: que la transición sea justa”, pues “no podemos crear una sociedad donde unos ganen y otros pierdan”. Al igual que otros ponentes, ha señalado que existe la tecnología, pero hay camino que recorrer (por ejemplo, el desarrollo de baterías).

Luis Aires, presidente de BP, ha recordado que está bien impulsar la tecnología del vehículo eléctrico, pero la prohibición de otras tecnologías es contraria a la legislación comunitaria. Eso sí, ha señalado que el Gobierno “ya no habla de prohibiciones, sino de que en 2040 los coches nuevos que se vendan sean de emisiones cero”. “Es importante la tramitación parlamentaria del PNIEC por la incertidumbre que tienen los españoles, y entre todos tenemos que contribuir a eliminarla”, así como que haya medidas que fomenten la renovación de nuestro parque automovilístico (el más antiguo de Europa, con una media de 12,8 años). “Los objetivos del PNIEC son ambiciosos y tenemos que serlo”, pues “tendremos que seguir invirtiendo en petróleo y gas para cubrir la demanda, y al mismo tiempo, ver cómo sus emisiones pueden ser cada vez menores (aquí juegan un gran papel las refinerías)”.

Lo que está claro es que el sector energético no se fía del ecologista PSOE: todo son advertencias 

Loreto Ordóñez, CEO de Engie, se ha referido a que, en la transición, que conllevará inversiones masivas, no hay que perder de vista la seguridad de suministro. “Hay que ser ambiciosos, pero necesitamos una transición energética inteligente”, en la que para basar todo un sistema en renovables hay que tener una tecnología de respaldo (hoy el gas gracias a los ciclos combinados) o bien, capacidad de almacenamiento”. Por último, Miguel Antoñanzas, presidente de Viesgo, ha subrayado que los protagonistas de la transición “hoy son los consumidores, que serán los que acelerarán o retrasarán el cambio” y ha aprovechado para pedir incentivos a la innovación.

Lo que está claro es que el sector energético no se fía del ecologista PSOE: todo son advertencias. Vamos, que una cosa es volverse ecologista y otra volverse loco.