Argelia reclama aguas baleares mientras Marruecos amplía sus aguas territoriales a Canarias, islas españolas a las que nunca ha renunciado, por no hablar de su presión eterna sobre Ceuta y Melilla. Reacción española: el ministro Marlaska suprime las concertinas y eleva un 30% la altura de la valla. Esto es lo progresista: evitar que los inmigrantes se pinchen… a cambio de posibilitar que se descalabren cayendo desde más arriba. Y con el mismo objetivo del PP: que los ilegales no entren en territorio español. Pero las concertinas son fascistas mientras la ampliación de la altitud de la valla es progresista.

La última es que Argelia, otro que se nos sube a las barbas, reclama parte de las aguas de la isla de Cabrera, mientras la ministra de Exteriores, Arancha González, salida de la prolífica factoría del derecho internacional made in ONU, cuna de las más egregias majaderías, guarda silencio frente a los agresores mientras se enfada con los periodistas españoles que le preguntan por ello.

Nicolás Maduro chantajea a España y maneja al Gobierno de Madrid como si fuera un títere

Cualquier defensa de nuestro territorio sería fascismo y quienes preguntan por ello… son fascistas.

También los comunistas venezolanos de Nicolás Maduro se burlan de España. La vicepresidenta Delcy Rodríguez logró todos sus objetivos con su charada de Barajas. Burló las sanciones europeas por la puerta más débil -Madrid- y con los complejos del gobierno más débil: el español.

Naturalmente la progresía española, con el limitado Rafael Simancas por bandera, asegura que tomarse en serio a la derecha cuando se refiere a las burlas bolivarianas resulta ridículo. Pues bueno…

Sánchez, siempre débil con el fuerte y fuerte con el débil -dime de qué acusas y te diré de qué adoleces- se achanta ante Maduro mientras se ensaña con el Gobierno boliviano de Jeanine Áñez. El comunicado de Exteriores de la tarde del martes es para echarse a llorar. Con decirles que echo de menos a José Borrell.

Iván Redondo pretende quemar a Pablo Iglesias dándole un protagonismo en todas las batallas: Cataluña, las protestas agrarias, etc. ¿Así se le quema o se le potencia?

Todo esto demuestra que Caracas puede chantajear a España publicando información sobre Podemos, ahora coaligado con Pedro Sánchez, mientras el presidente del Gobierno se ve obligado a proteger a Zapatero, cuyo embajador y amigo Raúl Modoro, se lucró con el dinero venezolano y las sospechas del juez es que no era sino un testaferro del PSOE.

Pero las burlas a España no terminan ahí. Washington no soporta a Sánchez y así, mientras firma la paz comercial con China, mantiene el pulso con Europa y el castigo directo a España… a quien puede hacer mucho daño.

Es más, Estados Unidos nos está amenazando con trasladar sus bases militares a Marruecos, algo que España debería hacer suyo, pero en el PSOE siempre ocurre lo mismo desde hace 40 años: gritan ‘yankies go home’ pero suspiran por mantener en España las bases militares norteamericanas.

Al tiempo ,se muere el campo en España, mientras la podemita Yolanda Díaz le arrebata el bastón de mando -a los podemitas les encantan las cámaras- al socialista Luis Planas mientras el camaleón de Pablo Iglesias se convierte en cabeza de negociación para ‘arreglar’ el problema agrario. Como decía ayer el líder de la izquierdista COAG (a quien Yolanda Díaz trató como patronal, cuánta agudeza): no sé qué hacemos negociando el problema con el Ministerio de Trabajo y no con el Ministerio de Agricultura.

La pareja de Iglesias, la feminista Irene Montero aún no se ha enterado de que es ministra: llama a movilizarse, desde Moncloa… contra el machismo opositor, supongo

En Moncloa aseguran que la técnica del malévolo Iván Redondo, cabeza pensante en el cuerpo de Sánchez, consiste en quemara a Iglesias aprovechando el enloquecido afán de protagonismo de la vedette de Podemos: estará en la comisión negociadora con los independentistas catalanes, llamada al fracaso y ha tomado la cabeza en las negociaciones por la España vacía y los precios agrícolas, justo en el momento en el que Europa prepara una reducción de la PAC que aún empobrecerá más al campo español (aunque, ojo, la PAC debe terminar).

Pues no sé yo si la táctica de Redondo va a resultar el fracaso de la astucia sofisticada. Vamos, que no sé yo si Redondo se está pasando de listo.

En cualquier caso, la prepotencia interna y al egolatría de Sánchez parecen correr paralelos a la mofa creciente de España que empieza a cundir en el norte de África, en Hispanoamérica, en Bruselas y en Washington.

Y de puertas adentro, el guerracivilismo crece. La ministra Celaá, fervorosa hija de Neguri, se ha empeñado, no sólo en pervertir a la infancia, sino en perseguir judicialmente (¿no quería Sánchez desjudicializar la política?) llevar los tribunales a quienes intentan proteger a los niños (Gobierno de Murcia, influido por Vox), es decir, a quienes tratan de evitar la corrupción de menores en las escuela por la vía de la ideología de género.

Y la ministra de Igualdad, Irene Montero, otra guerracivilista, lanza a las masas feministas a la movilización desde la mesa del Consejo de Ministros (bueno, desde la mesa de la sala de prensa). Hasta ahora pensábamos que las movilizaciones eran contra el Gobierno, Con el Gobierno socio-podemita no es así: las movilizaciones las convoca el propio Gobierno contra la oposición fascista.

España convertida por Sánchez en hazmerreír del mundo. No es para reír.