Los nacionalistas catalanes son maestros de la propaganda. Veamos: a primera hora de la mañana del jueves 19, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) decidía que a Oriol Junqueras debería habérsele permitido tomar su acta como eurodiputado.

Un espexit sería mucho más importante que el brexit: sería el golpe de gracia al proyecto europeo

Una sentencia elaborada, en efecto, para fastidiar a España, y que da alas al independentismo catalán y vasco, pero que no tiene ninguna consecuencia práctica, dado que se refiere a un preso preventivo y no a un condenado en sentencia firme.

Sólo un pésimo abogado como el de Junqueras, Andreu van den Eynde, podía deducir que esta nimiedad -emitida con muy mala leche, ciertamente, pero nimiedad- puede implicar que se modifique la sentencia (las sentencias no se modifican, campeón, se recurren y procesan de nuevo) ni la ‘libertad inmediata’ de Junqueras. Ni lo uno ni lo otro, aunque ‘Puchi’ se empeñe en lo contrario.

Ahora bien, en imagen, las cosas no son lo que son, sino lo que la tele dice que son.

Y lo que sí existe en la Unión Europea es una obsesión por destruir España. La vieja masonería europea no soporta la España desde siglos atrás porque la considera la cuna y el sostén del más rancio papismo. Pero, tranquilos, masoncetes: ¡si ya no somos católicos! Mejor: hemos dejado de ser católicos.

Y lo peor es que la Unión Europea se ha convertido en la degeneración de un gran proyecto. Y sí: si la animadversión hacia España continúa en Europa como en tiempos de la leyenda negra anglo-holandesa, será cuestión de que España ponga en solfa el proyecto europeo. Porque el ser hispano no es Europa, aunque sea uno de los grandes impulsores de la unidad europea, la esencia de España es su fe cristiana.

Más del 40% de los católicos del mundo actual aprendieron a rezar en español

Nunca entendí, y discrepé abiertamente, de aquella famosa expresión del cardenal Antonio Rouco, cuando aseguraba que la unidad de España era un bien moral. Ahora sí la entiendo, al menos en su interpretación más lógica: pocos países con tanta impronta cristiana como España, que ha sido el baluarte católico en Europa, en el Nuevo Mundo y frente al islam. Por eso, más del 40% de los católicos del mundo actual aprendieron a rezar en español. Algunos, en Europa, no soportan eso, hasta el punto de preferir alentar los brexit’s europeos, como el catalán o el vasco, si con ello dañan a España.

Y en la coyuntura política española la sentencia del jueves ha detenido el apoyo de ERC al PSOE. Pues la verdad, más les conviene a los ‘rufianes’ que  gobierne Sánchez, que es al que se le puede sacar todo, pero ahora se hacen de rogar: Puchi no puede ser más independentista que ellos.

La diferencia entre ZP y Sánchez: el malo descansa, el tonto jamás. Es inútil, Sánchez no va a cambiar: nos lleva la enfrentamiento civil

Tranquilos, repiten los republicanos, éste cede aunque le humillemos del todo. Sánchez sufre síndrome de Estocolmo respecto a Podemos y a ERC y no es capaz de asumir la doctrina de la Operación Borrell, consistente en aliarse con el PP y Ciudadanos y pararle los pies a los separatistas y a los neocomunistas de Iglesias. Continúa empeñado en el Frente Popular, formado por socialistas, comunistas y separatistas.

No se asombren: la diferencia entre ZP y Sánchez, a favor del primero, es que siempre debemos preferir el malo al tonto porque el malo descansa, el tonto jamás.

Es inútil, Sánchez no va a cambiar: nos lleva directamente hacia el  enfrentamiento civil. Mientras, el comunista Pablo Iglesias sonríe y Bruselas goza con los problemas de España. A lo peor, tras el brexit hay que empezar a plantearse el ‘espexit’. Y si España abandona la Unión Europea sería el canto del cisne para la UE. Le daría el golpe de gracia al proyecto europeo porque el 'espexit' es mucho más importante que el brexit.