El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) (VER SENTENCIA ADJUNTA) ha decidido que Oriol Junqueras, condenado en España por sedición, tiene inmunidad parlamentaria e insta al Tribunal Supremo español a solicitar al Parlamento de Estrasburgo que suspenda dicha inmunidad. Es decir, ellos, el TSJC no tienen que estar a las ordenes del Europarlamento pero los tribunales españoles sí. Naturalmente, la sentencia es decisiva en sus fundamentos y por tanto en su trascendencia política pero, jurídicamente tiene poco valor, dado que Junqueras ya no es un preso preventivo sino 'definitivo'.

Una victoria independentista en toda regla que puede suponer lo siguiente:

Reino unido se marchó de Europa porque no se sentían unidos por unos lazos comunes con una Bruselas que lleva 25 años en constante decadencia.

Con la doctrina del Tribunal el Europarlamento puede convertirse en un refugio para delincuentes

La decisión del Tribunal Europeo de Justicia, justo después del triunfo final del Brexit, alienta otra segregación: la independencia de Cataluña de España, dentro de la Unión Europea. Enhorabuena señores jueces: acaban de propinar ustedes otra puñalada al proceso europeo… en la espalda de España.

La decisión del Tribunal Europeo da alas a los separatistas y convierte la euroorden en un fraude. La unidad judicial y de seguridad interior de la UE se convierte, asimismo, en papel mojado. Se supone que la euroorden consistía en que, en pro de la confianza mutua entre los Estados miembros de la UE, un país europeo no discutía la decisión del tribunal de otro país europeo porque ambos forman parte de un mismo país: la Unión Europea. Pues bien, ahora resulta que el Tribunal de Justicia Europea, que no es un país y que carece de constitución, enmienda la plana al Tribunal Supremo español. Vamos bien.

Otrosí: con la doctrina del Tribunal, el Europarlamento puede convertirse en refugio de delincuentes. Tiene gracia que el TJUE se ensañe con un país como España, que permite presentarse a las elecciones a quien ha sido condenado a 13 años de prisión.

Tras el Brexit, el Tribunal de Luxemburgo alienta el independentismo de otras zonas de Europa: ¿Quién querrá ser europeo? 

Tras el Brexit, el Tribunal de Luxemburgo alienta el independentismo de otra zona de Europa. Eso es lo grave: ¿Quién querrá ser europeo? Desde la misma cuna de Europa (¿Luxemburgo?) se anima el independentismo catalán. Y un tribunal no amparado por la Constitución enmienda la plana a la soberanía española.

Y en el entretanto, Sánchez sigue empeñado en depender de quienes han vuelto a conseguir el ridículo de España: de los separatistas catalanes.