Navantia, Airbus, Indra, Santa Bárbara (desde 2001, propiedad de la estadounidense General Dynamics) y SAPA Placencia serán las grandes empresas beneficiadas del ‘megagasto’ militar que ha aprobado el Gobierno este viernes. En concreto, la cifra ha ascendido a 7.331 millones de euros, que permitirá renovar material de las Fuerzas Armadas y que generará al menos 8.500 empleos, según el Ministerio de Defensa.

La naviera pública que preside Susana de Sarriá suma otra alegría y ya van unas cuentas, tras los aplausos al contrato de cinco corbetas con Arabia Saudí en noviembre, sobre todo, en las últimas semanas: se adjudicó la construcción de submarinos S-80 para la Armada española y llegó a un preacuerdo para rejuvenecer la plantilla y asegurar la continuidad de los astilleros. Ahora se encargará de construir cinco fragatas F-110, gracias a una ampliación del techo de gasto de dicho programa de 4.325 millones, que sustituirán a las seis de la clase Santa María (tienen 35 años de antigüedad).

Este programa “es uno de los pilares del plan estratégico de la sociedad pública Navantia y garantiza carga de trabajo para la viabilidad de su planta de Ferrol (A Coruña)”, según el Departamento que dirige Margarita Robles. Además, generará 7.000 empleos: 1.300 directos, 2.000 en la industria auxiliar y otros 3.500 indirectos.

Defensa invertirá 7.331 millones de euros en estos tres programas militares y generará al menos 8.500 empleos

Por su parte, Airbus se encargará de modernizar los aviones de combate Eurofighter, gracias a la inyección de 906 millones, pues se había agotado el presupuesto asignado (9.254 millones). Así, España (que tiene 69 aparatos y el año que viene sumará los cuatro que le faltan a su pedido) podrá competir en igualdad de condiciones con los de Reino Unido, Italia y Alemania, socios del avión de combate europeo. Y por cierto, este aumento del trabajo llega unos días después de que el español Alberto Gutiérrez pase a sustituir a Fernando Alonso (que se jubila a los 62 años) como jefe de la división de aviación militar y aeroespacial del gigante aeronáutico europeo, y también como cabeza visible de Airbus en nuestro país.

Y por último, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Santa Bárbara Sistemas, Indra y SAPA se encargarán de construir 348 vehículos blindados VCR 8X8 -conocidos como ‘Dragón’- que sustituirán a los BMR (retirados de las misiones en Afganistán e Irak por problemas de seguridad). La inversión ascenderá a 2.100 millones, se generarán 1.650 empleos (650 directos y 1.000 indirectos) y beneficiará a las plantas de producción que estas tres compañías tienen en Alcalá de Guadaira (Sevilla) y Trubia (Asturias), Aranjuez (Madrid) y Andoain (Guipúzcoa), respectivamente. 

El único problema de todo esto es: ¿pero el PSOE del muy progresista Pedro Sánchez no era pacifista?