Inversiones Somió, la sociedad de la familia Álvarez Arrojo, ha confirmado a la CNMV la venta de su 24,3% en Duro Felguera a Petroza Limited, la sociedad mercantil británica de la familia mexicana Zambrana por 12,7 millones de euros. Es un paso más en el peculiar proceso crítico de la ingeniería asturiana, con un imperativo de la banca acreedora, que sólo quiere dinero nuevo; es decir, inversores que aporten los 125,7 millones en una ampliación de capital. ¿Cambia algo? Esencialmente, no, salvo la titularidad de las acciones, cuando llegue. El valor, pese a quien pese, se dispara en bolsa (sube más del 20%).   

En concreto, con esta operación Petroza se convierte en principal accionista de Duro Felguera, del mismo modo que la familia Álvarez Arrojo huye. No está en el Consejo de Administración desde marzo, aunque continúa sin poderes ejecutivos el ex presidente y miembro de la familia, Ángel del Valle (a la derecha, en la imagen). El intercolutor para la banca es Acacio Rodríguez (en la imagen, a la izquierda), presidente desde noviembre. 

La salida de los históricos accionistas, sujeta a cláusulas -como la presencia de la banca- puede ayudar 

Más importante, en cualquier caso, es la realidad paralela, con el botón en manos de la banca, que tiene apuntada una fecha en su calendario, el 30 de junio. Si para entonces no llega el dinero nuevo, la vía de salida es el concurso de acreedores. En esa entrada de dinero nuevo está excluida, no obstante, la familia Arrojo, a la que sí podría contribuir el nuevo accionista. En ese sentido, la salida de los históricos accionistas puede ayudar al proceso. Pero ojo, la banca piensa en una solución global, no en arreglos parciales.

Somio explica al regulador la opción de compra (a 0,33 euros por acción) firmada el viernes, que Petroza podrá ejercitar hasta el próximo jueves y una fecha de otorgamiento de la escritura de compraventa, el día 12 de junio (con sucesivas prórrogas).