Lacoste se carga su filial española al despedir a 100 empleados de los 135 que tiene en total. Un ERE que afecta por tanto al 74% de la plantilla de Lacoste Ibérica, pero que beneficiará a Francia: a partir de ahora, la compañía distribuirá sus productos desde allí a nuestro país.

La famosa firma de origen galo está presente en España desde 1962: su socio era la familia catalana Basi

Claro que el fin de la filial española de Lacoste puede parecer la crónica de una muerte anunciada. La firma de origen galo (fue comprada por el grupo suizo Maus Frères en 2012 tras los enfrentamientos familiares entre Michel Lacoste y su hija Sophie Lacoste-Dournel) está presente en España desde 1962, donde su socio era la familia catalana Basi, encargándose tanto de la producción como de la distribución de los productos del famoso cocodrilo. Pero el idilio empezó a escribir su final en 2013, cuando pasó a ocuparse tan solo de la distribución, y acabó en septiembre de 2017, cuando Lacoste tomó el control.

Basi asumió la producción y la distribución de los productos del cocodrilo, pero desde 2013 tan solo es distribuidor... y ahora ya no será ni eso

Quizás tampoco fueron de ayuda las pérdidas que Lacoste Ibérica ha registrado en los últimos dos años: en 2016, alcanzaron los 2,6 millones de euros y en 2017, se triplicaron hasta los 6,1 millones, como informó Economía Digital. Claro que cargarse dicha filial implica despidos y eso no afecta ni a Francia ni a Suiza, sino a España. Todo ello en una firma de reconocida fama mundial que camina hacia su centenario: fue creada en 1923 por el tenista galo René Lacoste, apodado 'Le Crocodile' por apostar una maleta de piel de cocodrilo con el capitán de la Copa Davis en Francia si ganaba un partido crucial (aunque no la consiguió), y fabrica ropa, relojes, perfumes, zapatos, cinturones y maletas, aunque su producto más famoso es su polo