En el Gobierno Sánchez, no faltan medidas ‘estrella’ en materia fiscal ni grandes ideas para crear empleo, y a esta lista de ‘excelencias’ se suma la ‘gran’ receta educativa. Esta consiste en premiar el mínimo esfuerzo e imponer la ideología de género -o sea, el lavado de cerebro de nuestros días- sí o sí.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha presumido de reformar la popular LOMCE (más conocida como ‘ley Wert’), pero bajará el nivel educativo y eso no es una buena noticia. Y es que en su afán por premiar el mínimo esfuerzo apuesta por reducir el índice de repetición, colocando esta como “la última de las opciones”, y permitiendo entre otras cosas, que se pueda superar el Bachillerato con una asignatura suspensa. Asimismo, Celaá quiere un Bachillerato más flexible, que podría durar tres años: alumnos con más de dos asignaturas suspensas en el primer curso sólo repetirán las materias pendientes y no el curso completo, además podrían matricularse de alguna asignatura de segundo. Mientras, los que suspendan una o dos materias pasarán a segundo y sólo recuperarán las que tengan pendientes.

Celaá quiere un Bachillerato más flexible, con posibilidad de pasar con asignaturas suspensas, valores NOM (incluida educación sexual a niños) y poca religión

A esto se suma la marginación de la asignatura de religión: será de oferta obligatoria y de elección voluntaria, evaluable pero no contará para la nota media y además no tendrá asignatura alternativa. Por tanto, si no es computable, tampoco se fomenta el esfuerzo del alumno.

Y cómo no, la asignatura de Valores cívicos y éticos, una novedad que recuerda a Educación por la Ciudadanía, pero que será mucho peor dado el mayor desarrollo que tiene ahora la ideología de género y su imposición a todos los niveles (incluirá educación sexual y a edades bastante tempranas). Se dará en un curso tanto de la Educación Primaria como de la ESO, “sin perjuicio de que además, por su carácter transversal, estos aprendizajes estén presentes en todas las materias”, según ha informado el Ministerio. “La educación en valores es un pilar básico del desarrollo personal y la piedra angular de una sociedad moral y democrática”, añade… pero ya sabemos que valores… muy acordes con el Nuevo Orden Mundial (NOM). 

CONCAPA carga contra la "línea oscurantista y tendenciosa", defendiendo la enseñanza de la religión, los derechos de los padres y la educación de calidad y en libertad

En respuesta a la reforma de la LOMCE, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), en su última revista del año, ha vuelto a insistir en que es contraria a la misma. En concreto, señala que el Ministerio de Educación “sigue en su línea oscurantista y tendenciosa” y critica que es una reforma “sin un mínimo y necesario diálogo previo con toda la comunidad educativa” y por tanto, una “modificación unilateral”.

CONCAPA recuerda su escrito de hace unas semanas y subraya que “no cabe darle un status inferior” a la enseñanza de la religión (algo que va a hacer Celaá) porque “dejaría de ser una asignatura”. Además, hace una serie de propuestas, entre las que destacan “el reconocimiento, real y efectivo, de que los padres somos los primeros educadores de nuestros hijos”, abogar por “la educación de calidad y en libertad”, así como “el derecho a la educación conforme a las convicciones de la familia y neutralidad ideológica del sistema y de la escuela pública”. Cosas que como ven, con la reforma de Celaá saltan por los aires.