Airbus ha celebrado su Junta de Accionistas en Ámsterdam (y es que su sede social está en Leiden, Países Bajos), que ha servido para poner punto y final a la trayectoria del alemán Tom Enders como CEO: el francés Guillaume Faury coge el testigo. Claro que Enders no se va con las manos vacías, sino con una jugosa indemnización que podría llegar a ser de hasta 36,8 millones de euros, según la consultora Proxinvest, o sea que ‘le cuesta’ 275 euros a cada empleado.

Por eso no extrañan las buenas palabras que dedica a los 134.000 trabajadores en una carta (ver documento adjunto). Al empezar les llama “estimados colegas” y al terminar, les desea “lo mejor”, como al gigante aeronáutico europeo, y les anima (“¡siempre adelante!”). Asimismo, está seguro de que el nuevo equipo seguirá avanzando en sus famosas ‘3i’ (integración, internacionalización e innovación) y de que a Airbus le queda mucho potencial de crecimiento.

El ministro galo Le Maire ve "excesiva" la indemnización de Enders, pero Faury no será tan afortunado: los accionistas han aprobado ya su reducción

El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, considera “obviamente excesiva” la indemnización de Enders y que “puede dañar la imagen de Airbus”, según señaló en Les Echos. Pero parece que no es el único que lo piensa, porque el Consejo ha propuesto dos cambios en la política de remuneraciones, de acuerdo a la ley holandesa y al código de buenas prácticas:

  1. Para el CEO, reduce la indemnización en caso de terminación del contrato al 50% de la última remuneración anual, según requisitos y condiciones de desempeño, y también un periodo de no competencia de solo un año, sujeto a discreción del Consejo y que la Junta puede decidir hasta el último momento si aplicarlo o no.
  2. Para el resto de consejeros (todos no ejecutivos): se sumará un honorario extra al fijo que ya reciben, si asisten a más de cuatro reuniones al año.

Es decir, que Faury no será tan afortunado como Enders en lo que a indemnización se refiere. Eso sí, en la Junta ha vuelto a quedar patente que el gigante aeronáutico es francoalemán, porque Francia y Alemania (dueños de un 10,9% cada uno) se intercambian y reparten puestos sin dar opción a nadie más (por ejemplo, a España, que tiene un 4,1%): el CEO pasa de manos germanas a galas, al contrario que en el caso del presidente del Consejo de Administración. Este cargo lo ocupa actualmente el francés Denis Ranque, quien ha anunciado que acabará su mandato en 2020 y que se ha propuesto al germano René Obermann, que fue nombrado consejero hace un año, como sustituto.

Francia y Alemania (cada uno con un 10,9%) se siguen intercambiando y repartiendo puestos sin dar opción a nadie más: España sólo tiene un 4,1% 

Paradójicamente, Obermann era el favorito del Gobierno de Merkel para tal responsabilidad. Es director gerente del inversor de capital privado estadounidense Warburg Pincus y entre 2006 y 2013 fue director ejecutivo de Deutsche Telekom. Eso sí, Enders, en su lista de agradecimientos, no se ha olvidado de los Gobiernos: “Accionistas residuales desde 2012, por entender que la empresa solo podía crecer sin su interferencia”. Afirmación que sorprende, porque sí ha habido injerencias, y muchas.

Según Ranque, “2018 ha sido un año excepcionalmente agitado para el Consejo”, sobre todo, para el Comité de Retribuciones y Nombramientos, por la conformación del nuevo equipo directivo. Una renovación corporativa que acabará en la Junta de 2020, como ya se ha comentado, donde también dirá adiós el consejero Hermann-Josef Lamberti, alemán que es miembro del Consejo de Supervisión de ING Group. Y por cierto, la única representante española, Amparo Moraleda, fue reelegida el año pasado, así que si no hay cambios, podría seguir hasta 2021, e incluso más allá.