Iván Redondo, director de Gabinete de Pedro Sánchez, ha chocado de plano con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, por su guerra contra el diésel, que ha encendido al sector del automóvil, cierto, pero también, por diferentes razones, al principal gurú del presidente del Gobierno en Moncloa.

Esa guerra -con tanto imperativo ideológico, de la propia ministra- ha sido un error descomunal para el asesor áurico de Sánchez, aseguran fuentes cercanas a Redondo a las que tenido acceso Hispanidad. No se trata de una de tantas meteduras de pata de la ministra más verde del verde Gobierno de Sánchez, precisan esas fuentes, como su embestida contra la caza y los toros, sino de una cuestión más grave por sus efectos que puede tener en un año electoral.

Las medidas y el calendario de Ribera han cabreado a potenciales votantes del PSOE, consumidores y transportistas

A Redondo, dicho sea, le importan poco los daños colatelares que pueden provocar sus críticas, ni hacia sí ni hacia otros, porque tiene claro su cometido, el mismo con el que asesoró al presidente para la moción de censura y por lo que vigila  cada gesto del presidente con el objetivo de que gane las próximas elecciones.

Tiene claro por ese motivo que las declaraciones de Ribera -tan precipitadas como desafortunadas inicialmente - y los anuncios posteriores, con un calendario de prohibiciones a los vehículos diésel, de gasolina o híbridos (a la compra, en 2040 o circulación, en 2050) han provocado el cabreo innecesario de consumidores, sobre todo transportistas, y potenciales votantes del PSOE.

Iván Redondo no es ‘un cualquiera’, sino el principal asesor de Sánchez, antes y después de la moción de censura

No sólo eso, también ha mentido, al justificar las medidas por las exigencias europeas, cuando la Comisión, más flexible, ha fijado todavía su posición al respecto. De hecho, la última comunicación de Bruselas a distintos destinatarios (Eurocámara, Consejo Europeo, Comité de las Regiones o el BEI) plantea varias alternativas, sin decantarse por ninguno concreto, dentro de la Visión estratégica europea a largo plazo de una economía climáticamente neutra (en el documento adjunto, un resumen en español).

Ese documento pretende abrir un debate en esas instituciones -el mismo que Ribera ha cerrado ya-, que también tendrán que fijar posiciones, pero sin determinar ningún escenario en particular. El ciudadano de a pie se ha quedado con la impresión de que el mantra de todos los maleficios que pesan sobre el modelo de automóvil que quiere viene de Bruselas, cuando no es así.

Para Bruselas, "no existe una solución única para el futuro de la movilidad con bajas emisiones. Hay diferentes modos y necesidades"

El documento, en concreto o por ejemplo, dice que “no existe una solución única para el futuro de la movilidad con bajas emisiones. Hay diferentes modos con diferentes necesidades. Todas las tecnologías tienen su lugar en los próximos años. Todas las alternativas deben perseguirse para el transporte y cada modo de transporte.”

Lo peor para es que hasta el propio Sánchez, en el Congreso a preguntas del PNV, ha argumentado en contra de la evidencia, rechazando el parón en las ventas. La realidad muestra, sin embargo, que ese parón ya ha pasado factura plantas de fabricación y se ha notado también en las ventas, con una caída del 3% en las matriculaciones al cierre de 2019.