Pedro Sánchez ha negado la mayor sobre la caída en las ventas de coches, en noviembre, por el clima de incertidumbre generado por el propio Gobierno. Ha sido en la sesión de control, este miércoles, a preguntas del portavoz del PNV, Aitor Esteban, en las que le ha reprochado precisamente eso: el efecto negativo de los “anuncios genéricos y taxativos” del Ejecutivo en los sectores del automóvil y eléctrico.

El presidente ha sido tan selectivo en la elección de los datos para defender lo contrario, que ha quedado en evidencia. A saber:

Sánchez ha destacado que las matriculaciones han aumentado un 8% en el año, pero ha callado que en noviembre -el mes objeto de la pregunta de Esteban- bajaron un 12,6%.

“No valen la ideas puras, hay que conectarlas con la realidad de la industria y el empleo”, reprocha Aitor Esteban a Sánchez

Ha negado que los anuncios de la ministra Teresa Ribera -sobre la penalización del diésel o con las prohibiciones (en 2040 a la venta y en 2050 a la circulación, salvo para el vehículo eléctrico)- hayan generado “incertidumbre” en el sector o el consumidor, cuando ese mismo epíteto fue el utilizado por los fabricantes (Anfac) para explicar la caída de noviembre.

Ha presumido, en fin, de que las ventas de coches eléctricos y de híbridos han aumentado un 52% y 37% en el año, respectivamente, pero se ha olvidado de contextualizar esos datos. O sea, no ha dicho que suman 11.332 y 70.071 vehículos, respectivamente, en el año -con los datos de Anfac- , lo que deja entre poco y menos la cuota de mercado que representan respecto a los 1,22 millones vendidos desde enero.

Sánchez se ha agarrado, sin embargo, negando la mayor, al efecto en las ventas de la norma de emisiones WLTP o las incidencias en los sistemas de registro de la DGT, también reconocidas por Anfac, que resaltó la incertidumbre y puntualizó que las incidencias de la DGT fueron en los últimos días de noviembre.

Otra cosa es el compromiso de España con la transición energética, que también ha destacado Sánchez, algo a lo que el sector no pone pegas, siempre que se haga sobre la base de un acuerdo con la industria.

Sobre este punto, Esteban ha sido bastante explícito. “No valen la ideas puras, hay que conectarlas con la realidad de la industria y el empleo”, le ha reprochado, al tiempo que ha pedido que sea haga “sin  marginar a ninguna tecnología”, que es lo que el Gobierno hará con el diésel. “Cuidado con imitar decisiones de otros”, ha dicho Esteban, recodando que la industria vasca del motor representan un 25% del PIB en esa región.