Este viernes por la mañana se produjo en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho un escrache en el “Congreso Internacional Bioderecho, Administración y dignidad humana” organizado por el profesor titular de Derecho de Administrativo de la US Antonio José Sánchez Sáez, en la que han participado profesores de la casa, como el Catedrático de Filosofía de Derecho Francisco José Contreras (diputado electo de Vox en el Congreso de los Diputados por Sevilla) y profesores y juristas de otras universidades nacionales y extranjeras.

El escrache comenzó en torno a las 10 de la mañana, durante la primera ponencia, que corrió a cargo del ex ministro y fundador de la iniciativa provida europea One of Us Jaime Mayor Oreja. Su extraordinario discurso trató la crisis cultural, moral, jurídica y de valores que asola Europa y Occidente, haciendo referencia a la pendiente resbaladiza de paulatina erosión de la dignidad humana que inició la legalización del aborto.

Desde el principio, un grupo izquierdista joven de unas 15 personas entre el no muy numeroso público comenzó a interrumpir la ponencia de Mayor Oreja, jalonando irrespetuosos comentarios críticos en voz alta, bostezos, eructos e insultos (“fascistas”), de forma individual al principio, colectiva y generalizada después. Las faltas de respeto se recrudecieron cuando el vicedecano pidió respeto y silencio.

Los “escrachistas” intentaron reventar el acto interrumpiendo en numerosas ocasiones al son de “fuera fascistas de la universidad” y “universidad pública y laica”. El grupo dejó “perlas” (todas en forma de grito) como “el coño es mío”, “fuera rosarios de nuestros ovarios”, “Estado ateo de Derecho” y críticas fuera de contexto en contra de la “explotación indígena” o aludiendo al “Caso Gürtel”. Quizás las cosas más graves fueron las blasfemias: una cancioncilla erótico-blasfema contra la Virgen María o lo que dijo uno de los exaltados señalando al techo: “ostia, el Espíritu Santo, por ahí va”. Al parecer, los muy laicos oídos de los ultraizquierdistas no pudieron soportar que el ponente leyera una cita del Cardenal Sarah en el pasado Congreso de Católicos y Vida Pública y realizara algunas referencias al Cristianismo (al parecer algo intolerable, aunque el Evangelio haya sido el libro que más ha influido en toda la historia occidental).

A pesar de todo, Oreja continuó con su discurso hasta acabarlo, entre pausas, eso sí, por los gritos, las llamadas al orden del Vicedecano y otros ponentes (desoídas, por supuesto), las críticas de miembros del público y los aplausos de apoyo de la asistencia en varios momentos del soberbio discurso.

Fue sorprendente el extraordinario temple y la absoluta serenidad de Jaime Mayor Oreja en todo momento. Sin duda, consecuencia del curtido que le supuso ser político en el País Vasco de “los años del plomo”, pero, como dijo durante la ponencia, “el miedo reverencial” ante el nuevo consenso, acaba siendo mucho más efectivo que el producido por las bombas y las pistolas. Como señaló, “somos como David contra Goliat”, pero ya se sabe quien acabó ganando.