Luis de Guindos, como hizo hace unos días la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado que el fondo de recuperación europeo, cuya cifra inicial es de 750.000 millones de euros y que podría ser aprobado en el Consejo europeo de la próxima semana, no estará condicionado a una serie de medidas concretas, como sí lo estuvieron los rescates a países europeos durante la pasada crisis económica.

Ahora bien, eso no significa que los gobiernos vayan a disponer de ese dinero sin restricción alguna. “El dinero de ese fondo europeo no cae del cielo”, ha recordado Guindos este miércoles, durante un encuentro telemático organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica.

“Los países tendrán que presentar planes de inversión y de actuación para decir dónde quieren actuar y justificarlo”, ha señalado. Por lo tanto, “no es una condicionalidad en sentido estricto, pero sí un marco de actuación para que ese dinero que no cae del cielo, sino que tiene que ser levantado por las instituciones europeas en los mercados se use de forma correcta, como debe ser”, ha explicado.

La novedad, en cualquier caso, está en la mutualización de esa deuda, que implica que cada país miembro tendrá que afrontar su devolución de manera mutualizada.

En cualquier caso, la ausencia de condicionalidad -déficit y deuda pública, principalmente- rompe con el espíritu del tratado firmado en Maastricht, en febrero de 1992, y que establecía unos criterios de convergencia que se pueden resumir en no tener un déficit superior al 3% del PIB y una deuda pública inferior al 60% del PIB.