Este jueves ha presentado sus resultados del primer trimestre de 2020 MásMóvil: 22 millones de euros, igual cifra que en igual periodo de 2019. Sin embargo, no podemos decir que la compañía esté estancada porque todos los márgenes han subido considerablemente y la cifra de ingresos muy especialmente. Así, respecto del cierre de marzo de 2019 los ingresos por servicio se han incrementado en un 20% y el total de ingresos en un 16%. Buen comienzo para la cuenta de resultados.

Como el crecimiento del coste de ventas (+11%) lo ha hecho en igual periodo en una proporción menor que los ingresos, el Ebitda finalmente se ha disparado y ha aumentado en un 24% respecto al primer trimestre de 2019. De hecho, el Ebitda ha venido creciendo de manera continuada trimestre a trimestre en los últimos cuatro.

Desde su nacimiento, MásMóvil ha sido un negocio especulativo... sólo apto para especuladores amantes de las emociones fuertes

Dado que los gastos financieros están contenidos, a pesar del fuerte incremento de la deuda neta, como consecuencia de la caída de los tipos de interés hasta marzo de 2020, es el mayor volumen de amortizaciones y del impuesto de sociedades lo que neutraliza el elevado crecimiento de los márgenes, hasta dejar el resultado de este primer trimestre en el mismo importe que en el mismo periodo de 2019, como anunciábamos al principio de este artículo.

La compañía ha sido capaz de generar mucha caja en las operaciones corrientes (95 millones de euros), lo que, unido al exceso de financiación obtenida en el último año sobre la inversión practicada, le deja en una muy buena posición de liquidez (195 millones de euros a 31 de marzo frente a 63 millones de euros a 31 de marzo de 2019). No creemos que esa caja sea, como en otras compañías estos días para afrontar el post-covid, así que imaginamos que los planes de inversión continúan.

La deuda de Másmóvil parece perfectamente asumible dada la capacidad de generar resultados y liquidez de la compañía. Sin embargo, eso no quita que la estructura financiera nos parezca aún muy débil: los fondos propios apenas representan el 3,6% de los activos (3,2% hace un año) o lo que es lo mismo, prácticamente todo está financiado con recursos ajenos, con el consiguiente peligro ante el más mínimo estornudo. Es cierto que Másmóvil ha consumido en los últimos años las aportaciones de sus socios para llegar hasta aquí: generar un negocio rentable y con capacidad de generar liquidez abundante con la que pagar su deuda y remunerar a sus accionistas, pero el peligro (y no parece que en este sector vaya a ser el Covid-19) está ahí.

El problema, como en todos estos negocios de ocasión, consiste... en no encontrar comprador al final del ciclo

Por lo demás, se agradecería una mejor presentación de la información por parte de la compañía. Es escasa y en exceso agregada. Tampoco es un dechado de claridad. No estaría de más, como venimos insistiendo, que nos facilitaran los datos brutos, ya saben: publiquen los estados financieros junto con la presentación y déjenos a los analistas interpretar libremente. No nos guíen tanto.

En resumen, la estructura financiera de MásMóvil no puede ser más débil. Por tanto, deja a la compañía expuesta al más mínimo ‘estornudo’. Pero a los especuladores les gusta. Lógico. Esta compañía siempre ha resultado un negocio especulativo, apto para especuladores amantes de las emociones fuertes. El problema, como en todos estos negocios de ocasión, consiste... en no encontrar comprador al final del ciclo.