Endesa quiere ahorrar dinero en todo menos en dividendos, que como bien saben, van a parar a manos de los italianos de Enel, dueños del 70%. Un vaciamiento que se ha convertido en un suma y sigue, tras el de activos, ahora llega el de trabajadores, con un plan de prejubilaciones que UGT acepta, pero con el que CCOO no está conforme.

Fuentes de este último sindicato han señalado a Hispanidad que no supone crear empleo sino destruirlo, y que dicho plan no es voluntario (como se ha dicho en otros medios): Endesa elegirá a los empleados que puedan acogerse y que al menos deberán contar con 25 años de cotización... y estos serán los que decidan sí lo aceptan o se niegan (claro que esta opción no sería muy bien vista). En concreto, les ofrece entre el 60% y el 80% del salario (en función de su edad actual) hasta alcanzar su jubilación, la cual será obligatoria a los 63 años. Así, por ejemplo, si un empleado de 52 años que cobra 50.000 euros anuales fuera elegido para prejubilarse, recibiría el 60% de este sueldo (o sea, 30.000 euros) hasta que cumpliera 61 años, por lo que Endesa se ahorraría 20.000 euros cada año (en total, 200.000 euros). A partir de los 61, este trabajador recibiría el 80% del sueldo y la energética se ahorraría 10.000 euros anuales durante un par de años, cuando el empleado se jubilaría.

CCOO denuncia que no supone crear empleo, sino destruirlo, y que el plan de prejubilaciones no es voluntario 

El objetivo del plan de prejubilaciones es ahorrarse costes laborales, sobre todo, tras el anunciado cierre de sus térmicas. A finales de 2018, lo solicitó para las plantas de Compostilla (León) y Andorra (Teruel), a los que recientemente ha sumado los de As Pontes (La Coruña) y Litoral (Almería), y que afectará al empleo: contaban con 4.300 trabajadores directos e indirectos. CCOO afirma que sólo hay alternativa para la planta turolense, donde una empresa contará, como mucho y en su mejor momento, con 66 empleos directos y 150 indirectos, lejos de los más de 200 directos y 800 indirectos que generaba el carbón.

Por su parte, las térmicas de León, La Coruña y Almería contaban con 900, 1.200 y otros 1.200 empleos directos e indirectos, respectivamente. Y a todo esto se suma que desde el pasado 1 de enero han dejado de funcionar dos de los cuatro grupos de la térmica de Es Murterar (Mallorca) y además, el adiós al carbón también podría afectar a los ingenieros que trabajan en dicha área en los servicios centrales de Madrid aunque sería “un impacto más fácil de absorber”, según CCOO.

Las térmicas de Compostilla, Andorra, As Pontes y Litoral cuentan con 4.300 trabajadores directos e indirectos, pero se ha anunciado su cierre

El ahorro en costes laborales que pretende Endesa con su plan de prejubilaciones se suma al fin del descuento en la factura de la luz de 26.000 empleados jubilados, avalado por una sentencia de la Audiencia Nacional, pese a que sólo supone 40 millones de euros. Ahora estos pasivos han recordado que la energética reconoció el carácter permanente de dicho descuento -que no es luz gratis, sino salario en especie- antes del año 1999.

El fin de este beneficio, como saben, es el principal escollo que ha surgido en la larga (más de dos años) negociación del V convenio colectivo. Pero también ha provocado la presentación de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, así como demandas individuales (incluso, no descartan llegar a Europa, si hay que hacerlo) y un proceso de arbitraje que dirige el exministro popular Manuel Pimentel y sólo respalda UGT, cuyo laudo se conocerá en los próximos días. Además, conviene destacar que CCOO y Sindicato Independiente de la Energía (SIE) han convocado elecciones sindicales (algo que ya ha hecho la Confederación Intersindical Gallega -CIG-), pero la empresa y UGT se han puesto algo nerviosos por miedo a que este último pueda perder la mayoría, y les han negado los censos de los trabajadores hasta que UGT los pida.