International Airlines Group (IAG) -holding aéreo que agrupa a British Airways, Iberia, Aer Lingus y las low cost Vueling y Level- ha despegado en bolsa este viernes al superar las expectativas de los analistas y reducir deuda, a pesar del desplome del beneficio (90%) en el primer trimestre. De hecho, los expertos del Banco Sabadell consideran que las noticias de la compañía no están acordes con su nivel de cotización, cuyo potencial supera el 46%, mientras los de Bankinter anticipaban el impacto positivo en la sesión por el hecho de batir las expectativas.

Una tendencia alcista en bolsa (ha empezado la sesión subiendo más de un 4%, aunque después se ha suavizado a por encima del 2%), a pesar del desplome del beneficio en un 91%, hasta los 70 millones de euros. ¿La razón? Falta de extraordinarios, pues hace un año el cierre de los plantes de pensiones de British Airways y la transformación de esta engordaron la ganancia hasta los 775 millones. Una ausencia de extraordinarios que también ha impactado en el beneficio de operaciones, que ha sido de 135 millones (-86%).

Los ingresos ascienden a 5.318 millones (+5,9%) e IAG mantiene sus previsiones anuales, a pesar de retos como la ralentización económica, el precio del petróleo o el Brexit

Esta última magnitud ha sido destacada por el CEO, Willie Walsh, quien ha presumido de que el holding continua “siendo rentable”. Claro que en el trimestre, “las aerolíneas europeas han sido significativamente afectadas por el combustible y los tipos de cambio adversos”, entre otros aspectos, así como “la capacidad existente en el mercado y las fechas de Semana Santa” (recuerden que este año cayó en abril).

Los ingresos han ascendido a 5.318 millones (+5,9%), superando las expectativas. Por su parte, la deuda financiera neta ha bajado hasta los 5.200 millones, mejorando el ratio hasta situarlo en 1 vez el Ebitda. Y todo ello, a pesar de los mayores costes dado el alza del precio del petróleo, según los analistas de Bankinter.

Por último, destacar que los expertos han visto con buenos ojos que IAG vaya a mantener su guidance para 2019, aunque sean unas previsiones algo débiles por el previsible impacto del precio del crudo. Asimismo, los analistas de Bankinter han mencionado el entorno complicado en el que el holding opera, pues deberá afrontar numerosos retos: la ralentización económica, principalmente en Europa, la cual impacta directamente en la demanda final; el encarecimiento del petróleo, sobre todo, el del queroseno; y el Brexit (el temor a uno duro le obligó a prohibir la compra de sus acciones a inversores no europeos para poder seguir beneficiándose de la política de “cielos abiertos”).