El juez provida Brett Kavanaugh, del Partido Republicano, fue escogido por el presidente de EEUU Donald Trump el 9 de julio, tras la jubilación de Anthony Kennedy, para ocupar el cargo de juez vitalicio en la Corte Suprema de Justicia de ese país.

Desde entonces los sectores partidarios del aborto en EEUU, principalmente el Partido Demócrata, están haciendo todo lo posible para que fracase su nombramiento.

Por eso, ayer, los demócratas ejecutaron una andanada sin precedentes de protestas espontáneas y coordinadas en el Senado, según cuenta France 24, hasta el punto de que numerosos manifestantes irrumpieron en el recinto con gritos. La policía los expulsó por la fuerza.

Kavanaugh: Un buen juez es como un árbitro, neutral e imparcial, que no favorece a un litigante ni a una política en particular

“Un buen juez es como un árbitro, neutral e imparcial, que no favorece a un litigante ni a una política en particular”, dijo Kavanaugh. "No soy un juez que está automáticamente a favor del acusador, pero tampoco estoy automáticamente a favor del acusado. No estoy siempre a favor de la fiscalía ni siempre a favor de la defensa. Siempre trataré de ser un buen miembro del equipo de nueve jueces”.

El interrogatorio a Kavanaugh prosigue el miércoles cuando se espera que los demócratas lo presionen sobre el tema de la inmunidad presidencial, y especialmente sobre su posición respecto al aborto y el fallo de 1973 Roe vs Wade que permitió el aborto en EEUU. En su campaña, Trump prometió nominar jueces que estuvieran a favor de la vida.

En resumen, Barack Obama ratificó con sus candidatos un Tirbunal Supremo descaradamente abortista. Nadie levantó la voz. Pero ahora, los aborteros no están dispuestos a que, de la mano de los nombramientos de Donald Trump, el Supremo USA defienda al más inocente y más indefenso de todos los seres humanos: el concebido y no nacido.