Parece que Ebro Foods ha pasado de expansión a contracción, y encima reparte dividendo extraordinario (algo que las empresas no suelen hacer cuando están creciendo, pues prefieren endeudarse y comprar todo lo que puedan). Un movimiento ante el que cabe preguntarse si se acerca la sucesión de Antonio Hernández Callejas (65 años), presidente ejecutivo desde 2005.

El líder mundial en arroz y segundo fabricante de pasta tiene mucha caja por sus dos últimas desinversiones: la venta del negocio de pasta seca Catelli en Canadá por unos 138 millones de euros sin plusvalías y también la de activos de pasta seca y noodles en EEUU por unos 203 millones con 27 millones de plusvalías. Por todo ello, ha decidido repartir un dividendo extraordinario de 1,94 euros brutos por acción, lo que supondrá un desembolso de unos 300 millones, que someterá al voto de los accionistas en la Junta General Extraordinaria que celebrará el 16 de diciembre, que también deberán ratificar las citadas desinversiones. Así, este año, los accionistas recibirán 2,51 euros por acción (los 0,57 euros de dividendo ordinario correspondiente a 2019 que cobraron hace unos meses en tres pagos, como se ratificó en la Junta General de Accionistas celebrada el pasado 29 de julio, y los 1,94 euros del extraordinario).

Ha vendido el negocio de pasta seca Catelli en Canadá por unos 138 millones de euros sin plusvalías y también activos de pasta seca y noodles en EEUU por unos 203 millones con 27 millones de plusvalías

Conviene recordar que en la Junta de 2019, Hernández Callejas refirió la apuesta por un “modelo centrado en rentabilidad, no en volumen” y por “seleccionar con mucho rigor nuestras inversiones inorgánicas para apostar por las más sinérgicas y con capacidad de crecimiento”, pero este año, pese a los buenos resultados hasta septiembre, ha optado por desinvertir. Respecto a la sucesión, en esa misma Junta, el presidente ejecutivo señaló. “soy muy joven” y “no estoy pensando en ningún plan sucesorio”. Eso sí, subrayó que su sucesor “lo más probable es que no sea un Hernández”. En 2018, Hispanidad ya apuntó a las opciones que tenían el segundo y tercer accionista (Corporación Financiera Alba y Damm) de tomar el relevo, dado que se desconocía si los hijos de Antonio Hernández Callejas -Antonio y Luis Hernández González- estaban en el negocio, su hermano Félix es consejero dominical y también su prima Blanca Hernández Rodríguez, que además preside la Fundación Ebro Foods.

Las dos ramas de la familia Hernández controlan el 15,922% de Ebro Foods (repartido a partes iguales entre Grupo Tradifín y de Hercalianz Investing Group), Corporación Financiera Alba (la sociedad de inversiones de los March) tiene un 14,004% y Damm (o sea, los Carceller) posee un 11,686%. Conviene recordar que a los March les gusta controlar el accionariado, pero no gestionar el día a día. Y por cierto, en la Junta Extraordinaria se propondrá la reelección de nueve de los 14 consejeros por cuatro años, entre ellos: Hernández Callejas, el único consejero ejecutivo del grupo; Hernández Rodríguez; Demetrio (que también es vicepresidente del grupo) y María Carceller; y el representante de los March.