La crisis del automóvil que ha provocado el coronavirus y sus consecuencias (confinamiento, restricciones, crisis de demanda…) también afecta a los proveedores de componentes. Y es que sus ingresos bajaron un 15,7% en 2020, hasta los 30.200 millones de euros, y el empleo directo se redujo un 5,7% (-12.112), a 212.500 personas.

Así se recoge en los datos presentados por la Asociación Española de Proveedores de Automoción, Sernauto, este lunes. En concreto, en 2020, dicha industria “experimentó un retroceso en todas sus magnitudes, fruto de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus a nivel mundial”, ha señalado su director general, José Portilla. La facturación se situó en 30.200 millones de euros el año pasado, un 15,7% inferior a la de 2019, una reducción “menor a la prevista” e inferior a la caída de la producción, pero que supone un retroceso a cifras previas a 2015”.

Las exportaciones bajaron un 13,8%, hasta 17.900 millones, representando un 60% de la facturación del sector. Los ingresos en España se situaron en 12.300 millones 

Y la facturación se redujo menos de lo estimado por las exportaciones, que bajaron un 13,8%, hasta 17.900 millones, pero representan un 60% de la facturación del sector. Los ingresos en España se situaron en 12.300 millones, de los cuales 7.740 millones (-21%) correspondieron al suministro de componentes a los fabricantes y 4.560 millones (-13,5%) al mercado de recambios. Estos descensos tuvieron su eco en el empleo del sector, que se situó en 344.500 trabajadores directos e indirectos. En concreto, el empleo directo se redujo un 5,7%, hasta 212.500 personas, pero se sigue caracterizando por ser estable, de calidad y repartido por toda la geografía: supone más del 10% del empleo industrial en varias autonomías.

La inversión en I+D+i de los proveedores de componentes automovilísticos se situó en 1.075 millones, suponiendo un 3,6% de los ingresos y el triple que la media industrial. María Helena Antolin, presidenta de Sernauto y vicepresidenta de Grupo Antolin, ha destacado “el esfuerzo de esta industria por seguir siendo competitiva, pues pese al descenso (-29,6%), ha seguido adaptándose a las necesidades de los clientes: invirtieron 1.340 millones en aumentar y mejorar sus capacidades productivas.

“Los proveedores aportamos más del 75% del valor total del vehículo”, destaca María Helena Antolin, y “los niveles de internacionalización y de innovación de los proveedores de automoción han sido claves para amortiguar el impacto del coronavirus”

De cara a 2021, Sernauto estima una subida en torno a un 10% de la facturación y el mantenimiento de las cifras de empleo de 2020. No hay que olvidar que sigue existiendo una crisis de demanda (las ventas han caído un 36% hasta mayo) y que la escasez de semiconductores está afectando a la producción automovilística. María Helena Antolín ha referido que estratégicamente se deberían fabricar semiconductores también en Europa. Y es que entre enero y finales de mayo se dejaron de producir en España 231.679 vehículos por falta de chips, con el consiguiente impacto en la cancelación del suministro del resto de componentes de esos vehículos, según publicó Sernauto hace unos días. Una situación que puede prolongarse hasta principios de 2022.

“Somos un sector industrial estratégico de 1.000 empresas, entre las que están grandes grupos industriales con plantas en todo el mundo, multinacionales extranjeras con presencia en España, empresas de capitalización media y muchas pymes”, ha señalado Antolin. “Los proveedores aportamos más del 75% del valor total del vehículo”, ha añadido, destacando que “los niveles de internacionalización y de innovación de los proveedores de automoción instalados en nuestro país han sido claves para amortiguar el impacto del coronavirus”. Además, considera que los fondos europeos deben servir para la recuperación y para construir el país que queremos, y que es importante que lleguen a toda la cadena de valor de la automoción.