Consejo de Ministros del viernes, nueve de agosto. Entra en la sala la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, que no tarda en hacerse con la palabra y condenar los crímenes machistas de la semana: "No desfallecemos en nuestra tarea de luchar contra esta lacra". Más tarde comenta que le acompaña en la rueda de prensa la ministra de Trabajo, que "no necesita presentación", dice Celaá posando su mano sobre el brazo de su compañera, "nuestra querida Magdalena Valerio, tan necesaria". 

Al lío. Se esfuerza la portavoz en difundir una imagen de un presidente en funciones entregado a su país: "No es el candidato, pero asume su responsabilidad", explica antes de mencionar todas las reuniones en las que ha participado a lo largo de estos días. Además, aprovechando el habitual despacho con el rey, Celaá se suma a la mentira o confusión de Pedro Sánchez y pone en boca de Felipe VI algo que no dijo. Así, afirma la ministra que "la mayoría de los españoles no quieren una repetición electoral".

La portavoz repite, como viene siendo habitual, que el Gobierno quiere dejar de estar en funciones. Esta vez apela a que en otoño "habrá cuestiones delicadas que tratar", como la sentencia del procés. Por ello, el PSOE se ha puesto las pilas y ha optado por crear un "programa progresista abierto" sobre el que negociar con otras fuerzas políticas -Podemos-, "porque es preciso recuperar la confianza". Será a finales de agosto cuando empiece a reunirse con los líderes de los diferentes grupos políticos con el objetivo de formar Gobierno. Y repite: no hay alternativa a Pedro Sánchez, el mismo que ha "liderado al PSOE que ha ganado las elecciones". En definitiva, la propuesta de la derecha de apartar al socialista le parece "una falta de respeto".

Celaá se esfuerza en difundir una imagen de un presidente en funciones entregado a su país: "No es el candidato, pero asume su responsabilidad"

Por su parte, Valerio ignora que el gasto de las pensiones alcance cifras históricas cada mes que pasa. De hecho, el pasado junio la Seguridad Social tuvo que recurrir a un préstamo para podere pagarlas. Según la ministra, "en España no hay un gasto elevado en pensiones", porque no es "excesivo". Además, incide en que "el problema que tenemos es el problema de las extras, pero no es un gasto excesivo", vuelve a repetir. Y ojo, porque lo que preocupa es "el déficit de ingresos".

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Y es ahí donde la ministra lanza una indirecta a los autónomos. ¿Cómo aumentar los ingresos? Subiendo los impuestos a quienes trabajen por cuenta propia, ya que el Gobierno no tiene pensado llevar a cabo reformas para sufragar la situación, sino todo lo contrario: quieren subir más las pensiones, hecho que dispararía el gasto. En países como Brasil ya reaccionan: van a retrasar la edad de jubilación. En España, además, vendría bien fomentar la natalidad para invertir la pirámide poblacional y luchar así contra el invierno demográfico que se nos viene encima.

También cabe recordarle a la ministra que los autónomos son la gallina de los huevos de oro, capaz de generar empleo, y que subirles las cuotas supondría elevar el paro. Pero, como dicen en el PSOE: sí, los autónomos no son patronos, pero en cuanto crecen un poco se convierten en ello: son el enemigo. Ahora bien, "no tenemos nada en contra de los autónomos, lo quiero aclarar", declara Valerio, que termina diciendo que cree que las pensiones "es un tema que perfectamente tiene solución". Lo dicho, más impuestos.

Celaá insiste en que el Open Arms se dirija al puerto seguro más cercano

Volvemos con Celaá, que no quiere oír hablar del Open Arms. Durante el turno de preguntas sale a relucir la situación del barco que porta a 121 inmigrantes, pero la portavoz ya se pronunció en su momento y apenas se extiende en su respuesta: "La obligación que tiene el capitán del Open Arms es conducir a su tripulación al puerto seguro más cercano"... que se entiende que no está en España. Al igual que la semana pasada, destaca la labor de Salvamento Marítimo, que en 2018 rescató a unas 50.000 personas en el mar. En definitiva, el Gobierno ya no es tan progresista como aquel que el año pasado luchó por el Aquarius, al ser -en palabras de la vicepresidenta, Carmen Calvo- su "obligación". Por cierto, el actor Richard Gere ha llevado víveres al barco, para demostrar que los Gobiernos pueden hacer más... al igual que él, si se lo propone, pero ese es otro tema.

Cerramos el Consejo con una Celaá emocionada que manifiesta que "el hermano de mi madre fue una de las víctimas de Mauthausen". Según la ministra, publicar este viernes el listado de los 4.427 españoles que murieron en los campos de Mauthausen y Gusen es un "gran símbolo", ya que conviene recordar las víctimas republicanas, porque, según comenta, hay que "poner en valor aquello que fue silenciado". ¿Recordará el Gobierno también a todas las víctimas fusiladas y torturadas por el bando republicano antes y durante la Guerra Civil? ¿Y a todos aquellos católicos que murieron bajo las órdenes de Luis Companys en Cataluña? ¿Y a los perseguidos en la Segunda República por los socialistas de entonces?