El acuerdo puede ser mentira, porque del CIS hablamos, pero las mentiras más eficaces son las que se construyen sobre verdades parciales. Y lo que el barómetro del CIS, de don José Félix Tezanos, dictaminó el miércoles se resume así: un miedo cerval reina en España.

Aclaración: el terror al coronavirus no es más terror a la muerte. Y el miedo, no lo olvidemos, nos vuelve irracionales.

Según Tezanos, los españoles piden censura, más confinamiento, más delación, más cadenas. No es para sentirse orgulloso

Por eso, el barómetro del CIS asegura que el desastre Sánchez frente al Covid-19 -España es el país con más contagiados y más muertos por habitante, así como el que cuenta con más sanitarios infectados- es el único político que aprueba en valoración popular. Por eso, que ya tiene algo coña, los propios españoles le piden a Sánchez que les siga manteniendo en la cárcel hogareña por más tiempo y con más dureza.

Por eso, también, le piden que imponga la censura –“a bodas me convidan”, debe estar pensando el inquilino de Moncloa que aspira el propietario del complejo- y el chulesco presidente, que no soporta la menor crítica ni la menor disidencia, se apresta a promulgar censura total con la excusa del coronavirus y la grito de: no es disidencia, es sabotaje.

El pánico a la muerte, el terror al virus letal, hace que un pueblo valiente se haya convertido en un pueblo amilanado, cobardón, que solicita más cadenas: prefiere vivir arrodillado a morir de pie.

Y a Sánchez, no se engañen, le va genial con un gobierno frentepopulista… porque es él quien quiere ganar la nueva guerra civil

La prueba, insisto, la tienen en el barómetro del CIS. No necesita Sánchez afanarse para convertirse en dictador:

son los propios españoles quienes le apartamos los obstáculos para su propósito, quienes le pedimos que nos ‘tutele’, que nos proteja del virus, como si él pudiera hacerlo, como si no hubiera fracasado estrepitosamente en el empeño. Somos el país del mundo con más contagiados y más fallecidos por habitante.

Está claro: los españoles quieren un dictador. El que tienen más a mano es… un tal Sánchez.

El pánico ha calado en la sociedad española. Miedo es igual a irracionalidad y ese pánico histérico generado por el coronavirus ha calado en la sociedad española ante la rápida regresión de la esperanza cristiana. Hemos olvidado que la pérdida de la fe supone pérdida de esperanza. Es decir, que al perdida de la fe no sólo supone una crisis religiosa sino una crisis política. Porque un pueblo sin la de es un pueblo ingobernable pero un pueblo sin esperanza es un pueblo sumiso, fofo, adocenado y preparado para la tiranía. Es más: es el mismo quien la solicita. Por miedo. ¡Que vergüenza!

Sánchez no desea, aunque ofrezca “lealtad”, un pacto con la derecha: quiere mantener el pacto con los comunistas. Es pacto de sangre

En España crece el miedo y por eso, ese experto en verdades parciales que s el noble anciano José Félix Tezanos, socialista sectario al frente del CIS, ha actuado con premura para contrarrestar las encuestas que decían cosas tales como que dos de cada tres españoles están convencidos de que el Gobierno les miente. Pero insisto, eso no resulta consolador: las grandes mentiras de Tezanos se montan sobre esconden medias verdades: el miedo nos ha vuelto irracionales: queremos un tirano que nos proteja del virus. Conclusión: tendremos tirano y tendremos virus   

Y a Sánchez, no se engañen, le va genial con un gobierno guerracivilista… porque es él quien quiere ganar la nueva guerra civil.

Sánchez no desea, aunque lo pregone de continuo, con “lealtad”, un pacto con la derecha: quiere mantener el pacto con los comunistas. Es pacto de sangre.