A mediodía de este viernes, cuando todo el mundo está pendiente de lo que saldrá de la reunión del grupo OPEP+ (alianza de 23 países, que incluye a los 14 miembros de la Organización y a otros socios, entre ellos Rusia), Cepsa ha publicado sus resultados de 2019. Son buenos, pero el panorama se presenta pavoroso, pues el 47% del Ebitda viene de la actividad de exploración y producción de petróleo.

Eso supone que, con el crudo por debajo de los 50 dólares, el hombre de Carlyle (Philippe Boisseau), que sustituyó como CEO a Pedro Miró (quien se marchó cuando el fondo de inversión estadounidense se hizo con el 37% de Cepsa, deberá ponerse las pilas con el refino. Y sobre todo, condiciona una posible salida a bolsa… operación que se frustró en el pasado, pero que Carlyle podría volver a plantear para revalorizar su inversión, aunque enfrente tendría a Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi, que no está dispuesto a perder la mayoría. Por cierto, en esto último ha habido un ligero cambio: Carlyle ha pasado a tener el 38,5% de Cepsa, tras adquirir un 1,5% adicional. Así, Mubadala se queda con el 61,5% restante, por tanto, sigue teniendo el control.

Carlyle ya posee el 38,5% de Cepsa, tras adquirir un 1,5% adicional. Mubadala se queda con el 61,5% restante: mantiene el control... por ahora

Volvamos a los resultados de 2019. El Ebitda ajustado de la petrolera ha ascendido a 2.058 millones de euros en 2019, un 17% más respecto al año anterior. De esta cifra, la exploración y producción de crudo (también llamada upstream) ha sido la que más ha aportado: 963 millones (+48%) por el inicio de operaciones en los campos SARB y Umm Lulu (situados en Abu Dabi). Le sigue marketing -que incluye estaciones de servicio, el negocio de bioenergía y el de asfaltos-, con 463 millones (+35%); refino, con 433 millones (-25%) por menores márgenes; y química, con 246 millones (+1%).

Por su parte, el beneficio neto ajustado (tras el traspaso de la participación del 42,09% del gasoducto Medgaz a Mubadala, que después este vendió a Naturgy y a Sonatrach) de Cepsa fue de 610 millones, lo que supone un 19% menos que el de 2018. De esta cifra, marketing aportó 221 millones (un 17% más y el 34% del total); upstream, 194 millones (-17% por el menor resultado en Colombia, mayores amortizaciones e impuestos, y la limitada contribución de SARB y Umm Lulu, y 30% del total); refino, 124 millones (-52% y 19% del total); y química, 107 millones (-3% y 17% del total).

Las inversiones en 2019 han ascendido a 924 millones (+1%) y el flujo de caja libre, antes del pago de intereses y dividendos, ha sido de 1.152 millones. Así, la deuda neta se ha reducido un 11%, hasta los 2.746 millones (excluyendo el impacto de la NIIF 16), por lo que el ratio sobre Ebitda se ha situado en 1,4 veces, cuatro décimas inferior. Teniendo en cuenta el efecto de la NIIF 16, la deuda ha sido de 3.507 millones, también menor a la de 2018: 3.089 millones.