Decíamos ayer que el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, un chico de derechas de toda la vida, quería exigir el bozal, la mascarilla, también en el hogar. No es de extrañar porque fue el primer chiflado que pretendió prohibir la comunión porque podría transmitir el virus.

No sé porque no puedo demostrarlo, que el Covid-19 sea una conspiración, lo que sí sé es que aunque su nacimiento haya sido casual, o fruto de una negligencia o de un desorden natural, alguien lo está aprovechando para esclavizar a la humanidad, para reducir la natalidad y la población y para imponer un panteísmo verde… y para atacar el amor de Dios y el amor a los hombres.

Cada uno según sus medios y circunstancias, pero rebelarse: la libertad es mucho más importante que la democracia… y está en peligro

¡Católicos, rebelaos! Está llegando el momento de elegir entre martirio o violencia. Y salvo en casos muy concretos, al cristiano se le exige morir antes que matar. Pero lo que nunca puede hacer es obedecer a los hombres antes que a Dios.

El cristiano está obligado a rebelarse contra una ley injusta, contra el confinamiento forzoso. Por ejemplo, contra las normas que le imposibilitan para vivir los sacramentos… porque la religión católica es social y sacramental.

Cada uno según sus medios y circunstancias, pero rebelarse: la libertad es mucho más importante que la democracia… y está en peligro.

No es casualidad que el ataque revolucionario y liberticida, perpetrado desde el propio Gobierno -reescribir la historia, instaurar la III República- coincide, no con el coronavirus, sino con el confinamiento anti-coronavirus.

No es casualidad que el ataque revolucionario y liberticida, perpetrado desde el propio Gobierno -reescribir la historia, instaurar la III República- coincide, no con el coronavirus, sino con el confinamiento anti-coronavirus

En pocas palabras, si el Gobierno sociopodemita puede reescribir la historia es porque antes, con el confinamiento, ha convertido a los españoles en esclavos.  Es el momento de la rebelión… o del martirio. Rebelión pacífica, pero perseverante.