Muchos son los que se preguntan si vamos hacia una nueva burbuja inmobiliaria, pero si se atiende a últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la conclusión es clara: en alquiler sí (se ha disparado con la izquierda podemita), pero en propiedad no. Y es que tanto la compraventa de viviendas como la firma de hipotecas encadenan ya tres meses en caída -agosto, septiembre y octubre-.

La semana pasada, decíamos que las adquisiciones habían bajado un 1,5% en octubre, un descenso inferior a los desplomes registrados en los dos meses anteriores. Ahora, se conoce que la firma de hipotecas ha bajado un 2,1%, hasta las 29.691, siendo la menor cifra en un décimo mes desde 2017, aunque el freno se ha moderado respecto a los desplomes de agosto y septiembre (superiores al 30% por la entrada en vigor de la Ley de Crédito Inmobiliario el pasado junio).

El importe medio de las hipotecas se ha incrementado un 1,1% anual, hasta los 129.237 euros, mientras que el capital prestado retrocedió un 1,1%, a 3.837 millones de euros.