El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, está a favor de la celebración telemática de las juntas de accionistas. “Son positivas”, afirmó este miércoles, durante la presentación -telemática- del plan de actividades 2021-2022 de la institución.

Buenaventura, que admitió que se trata de una materia “delicada”, no cree que las juntas a distancia supongan una merma en la participación de los minoritarios, siempre y cuando se cumplan los requisitos y las garantías necesarias para su celebración.

Ahora bien, tras un año de pandemia, ha quedado patente que no es lo mismo enviar preguntas al presidente de la empresa que hacérselas de viva voz desde el micrófono habilitado en la sala. ¿Dónde habrían quedado las protestas de los preferentistas de Bankia, convertidos en accionistas forzosos? ¿O las quejas de los minoritarios del Santander el año que se hizo con el Popular por un euro? ¿O las intervenciones que todos los años realizan los sindicatos en la junta del BBVA?

No, no es lo mismo una junta telemática que una presencial. La primera se puede manipular más fácilmente que la segunda. Además, es el único momento en el que un minoritario, dueño de una parte de la empresa, no lo olvidemos, puede dirigirse directamente a la cúpula para criticar su gestión. Que las compañías puedan celebrarlas a distancia cuando haya pasado la pandemia será negativo para los accionistas.