Pablo e Irene tienen tres niños y tres perros, y cada grupo familiar tiene su propio cuidador. Es decir, un cuidador para los pequeños y otro 'niñero' para los canes. Porque no olvidemos que hablamos de una pareja que cree en la igualdad... y en el bienestar animal, of couse. Los Iglesias-Montero son gente coherente.

Los vecinos de la urbanización de La Navata están cansados de que la llegada de los 'marqueses de Galapagar' -como ya se les conoce popularmente- haya dado al traste con su vida diaria. Y es que, -tal como publica La Razón- los residentes de la zona denuncian que cada dos por tres les piden la documentación o si alguien va a visitarles lo mismo le tienen retenido un rato, hasta que confirman sus datos. Así que, piensa que con esta situación "cómo va a haber alguien que quiera votarle, lo que queremos es que se vaya», dice una vecina. A ella también le han obligado a quitar la música que tenía puesta en su casa «porque molestaba al señor Iglesias, nunca en la vida me había ocurrido esto».